Arde el Cónclave y todavía no empieza: cardenal Mueller no quiere otro papa Francisco por "liberal"

Caracas / Foto: AFP.- A solo días del inicio del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, figura destacada del ala conservadora de la Iglesia, ha incendiado el ambiente vaticano con duras críticas al legado del fallecido pontífice argentino.

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En una entrevista con The Times, Müller alertó sobre el peligro de elegir a "un papa liberal" e instó a rezar para que el Espíritu Santo "guíe" a los cardenales.

Müller, quien fuera removido por Francisco como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2017, criticó duramente el enfoque de "misericordia antes que dogma" de Francisco. "Elegir a otro liberal pondría en peligro la unidad de la Iglesia", afirmó el cardenal alemán.

El purpurado también advirtió a los 125 cardenales electores sobre los riesgos de convertir el proceso en un "juego de poder". En clara referencia a la película ganadora del Óscar "Cónclave", Müller señaló: "Esto no es un espectáculo de gente inepta intentando manipular como en esa ficción que nada tiene que ver con la realidad".

La relación entre Müller y Francisco siempre fue tensa. Nombrado por Benedicto XVI en 2012 como guardián de la ortodoxia católica, el alemán mantuvo su cargo durante los primeros años del pontificado argentino, hasta que sus posturas tradicionalistas -particularmente en temas como la comunión para divorciados vueltos a casar y la aproximación a la comunidad LGBT- chocaron frontalmente con la línea reformista.

Asimismo, en una entrevista para La Repubblica, el cardenal Müller, criticó el impulso de Francisco para integrar mujeres en puestos de dirección en los dicasterios vaticanos, recordando que "el problema no es el género, sino la estructura de autoridad tradicional".

Sobre el diálogo interreligioso, especialmente con el islam, Müller manifestó que “se puede dialogar respetando principios comunes, pero sin caer en el relativismo que traiciona la verdad de la fe cristiana”.

Finalmente, advirtió que la Iglesia "no es una organización humanitaria ni una ONG" y rechazó la visión secularizada que, a su juicio, algunos buscan imponer sobre el papado.