La Lupa
Bailar no pegao, sino bien pegao: ¿será posible?
El día 17-5-22 la agencia AP publicó una nota en la que los EUA ofrecieron gestos al gobierno de Maduro para retomar México. La información se interpretó como que “regresa México”. En la noche de ese día, Gerardo Blyde y Jorge Rodríguez publicaron sendos tuits con el mismo mensaje y foto, pero con un detalle. Ninguno tuiteó que “volvemos a México” sino “en reunión de trabajo para planes a futuro, en el rescate del espíritu de México”, que es otra cosa. Los gestos se enfriaron. Los EUA extendieron la licencia a Chevron pero en los mismos términos que en junio de 2021, pero el ambiente político de 2022 no es el mismo de 2021. El gobierno está en una posición de fuerza. Mi hipótesis es que el enfriamiento es porque el ejecutivo quiere regresar, pero en sus condiciones. Así interpreto la afirmación de Maduro de “no le vamos a pedir cacao a nadie”. Sin mencionarlo, es un mensaje a los EUA. El gobierno se siente muy seguro, que la economía mejorará, y con la fuerza para decirle a los EUA “si no es a mi ritmo, tus gestos no me interesan”, así sea sacar de la lista de sancionados al sobrino de Cilia Flores. El ejecutivo aprendió a vivir con las sanciones. Luchará para que se les remuevan, sí, pero si eso significa “pedir cacao”, seguirá adelante con las sanciones y sin conversar en México o en otra parte. Regresar depende que Venezuela y los EUA bailen bien pegao ¿Será posible?
Caracas. Las negociaciones en México es uno de los temas al que hago seguimiento en mis artículos para el portal de la casa, El Cooperante. Este sería el quinto artículo desde agosto de 2021.
Lea también: "Así será la relación de Rodolfo Hernández con Venezuela en caso de ser presidente de Colombia"
En el último que analizó cuando las negociaciones se detuvieron en octubre de 2021, titulado “¿Murió México?” publicado el día 25-10-21, cerró con un pronóstico. En ese entonces escribí que, “A pesar de que Maduro dijo que luego que pasen la ‘indignación’ por la llevada de Saab a los EUA el gobierno analizará si sigue en México, hago un pronóstico arriesgado y contra la corriente: la mesa se volverá a retomar ¿Cuándo? No lo sé. Pienso que se volverá por una razón muy sencilla que Rusia dejó ver en su comunicado: no hay otra alternativa ¿Qué otro escenario puede haber? ¿Repetir 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, o 2020? No pareciera que los ciudadanos quieran regresar a esos años, salvo los que viven de la crisis. Pero aún con ese deseo de volver, el país está en otra etapa. No es la Venezuela de 2015 pero tampoco la de 2019. En dos años cambió más que en los últimos 5 años antes de 2019(…)El ‘paciente’ saldrá de ‘terapia intensiva’ pero volverá a ella en cualquier momento(…)”.
Diría que el pronóstico no acertó mucho, honestamente. Las informaciones hablan de que “México se retoma” pero no es así. Se discute volver a México que es otra cosa. Es decir, que el “paciente” salga “de terapia intensiva”, pero todavía no es un hecho. Incluso hay un escenario distinto a 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, o 2020, como vi originalmente. Creo que en ese escenario –que abordaré más adelante- se mueve el gobierno. Así que nada está decidido.
De acuerdo a la agencia AP en nota que publicó el día 17-5-22, EUA ofreció gestos como señal para que se reanude México, a petición de la plataforma unitaria, aunque ésta negó haber hecho tal solicitud. AP informó que los gestos –que pueden ser reversibles según dijo Juan González, asesor de Biden- son permitir que Chevron hable con el gobierno de Maduro, pero no puede explorar ni exportar petróleo, solo hablar; y quitar de la lista de sancionados al exvicepresidente de Finanzas de PDVSA, Erick Malpica, quien es sobrino de Cilia Flores. Posteriormente, Delcy Rodríguez en varios tuits confirmó la información de medios, aunque la VP indicó que la autorización no es solo para Chevron sino para todas las empresas de los EUA y de Europa para que “negocien y reinicien operaciones en Venezuela”.
Aquí emerge un primer detalle del anuncio: no hay información oficial tipo comunicado o tuits-comunicados. No creo la haya. Justamente porque son gestos, intenciones que cada parte deberá corresponder. Ahora se está en eso. Un comunicado define y compromete ¿y si los gestos no funcionan? ¿y si no son reciprocados? Por ejemplo, la licencia de Chevron fue renovada, pero en los mismos términos que en junio de 2021. Queda la idea que alguien mintió, entonces. Por eso el silencio luego de la información de AP. Este se llena con las famosas “bolas” y las notas de prensa con “informaron cuatro personas con conocimiento del caso”. En los hechos, si hay conversaciones, son tras bastidores y los resultados se verán en los gestos que se anuncien y en los comportamientos efectivamente realizados. Hasta ahora, los hechos comunican que México está en suspenso.
Que los EUA haya planteado este gesto no debe sorprender. Es congruente con la política del gobierno de Biden hacia el ejecutivo de Maduro. La lógica de EUA es sanciones a cambio de avances en México. Esto lo reiteró González luego de la visita de la delegación de los EUA a Caracas el día 5-3-22, pero pocos le prestaron atención “indignados” -para variar- por la reunión.
La lógica para negociar del memo de agosto de 2021 son avances incrementales a partir de acuerdos puntuales, para llegar al gran acuerdo. No es que esto haya cambiado, sino que se magnifica: ahora será un “te doy y me das”. Algo como “me tienes que dar algo bien cerquita, veo si me interesa, y no es cualquier cosa la que me tienes que dar”. Un “dando y dando”, en dos platos.
El Norte ofreció un modesto gesto: no una licencia amplia a Chevron sino un permiso para hablar con PDVSA y remover de la lista de sanciones a un familiar de Cilia Flores, como señal a la cúpula. La idea es que esto lleve a otra concesión del gobierno y así hasta llegar a la activación de México con lo que eso supone.
Lo único que se puede decir es que se explora retomar México en el espíritu de agosto de 2021 solo que, en vez de avances incrementales, son “micro incrementales”. No es bailar pegao como en agosto de 2021, sino bailar bien pegao entre Venezuela y los EUA.
El gobierno de Biden cede muy poco y el gobierno de Maduro también. Hubo mínimas concesiones de los EUA y del gobierno venezolano. Lo interesante será ver cómo avanzan las negociaciones porque el “incentivo” de los EUA al gobierno es algo como “ves, si avanzas puedo revisar las sanciones”, que es la lógica del gobierno de Biden, “usted mismo se quita las sanciones”. No es la “presión máxima”, el “quiebre”, y el “regime change” de Trump y de los brillantes estrategas del realismo político venezolano, sino una negociación que depende mayormente del gobierno de Maduro.
En la noche del día 17-5-22 Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde tuitearon sendos tuits con la misma foto y mensaje, “En reunión de trabajo para planes de futuro. En el rescate del espíritu de México”, lo que indica fue un mensaje acordado para mostrar compromiso de los dos sectores. Luego, cada grupo hizo sus puntos. Rodríguez con el caso de Alex Saab -en donde mi análisis para El Cooperante sí probo estar acertado- y la plataforma unitaria con un mensaje a favor de un “gran acuerdo político”.
Lo que ambos mensajes dejan ver no es que México se activó, sino que se reúnen para explorar su reinicio. Puede ser México, pero puede ser otra negociación, o nada. Seguir como ahora. Por eso, quizás, acordaron “el espíritu de México”, no el país en sí, aunque el comunicado de la plataforma unitaria dejó ver que sí.
Así como los EUA hizo su micro concesión, el gobierno también hizo la suya: conversar con la plataforma unitaria el “espíritu de México” que no es necesariamente, aunque sí de manera preferente, las negociaciones en México (país + formato). Pero no hay nada concreto.
Tengo la impresión que los gestos de los EUA se enfriaron básicamente porque el gobierno de Maduro se siente con la fuerza para, eventualmente, prescindir de México. No es que no quiera México, pero su opción es el “reformateo” del diálogo del que habló Jorge Rodríguez hace unas semanas.
La sartén la veo hoy más en el ejecutivo venezolano que en los EUA y en la plataforma. El gobierno está sólido. La alternativa que tienen los EUA sería aumentar las sanciones, pero no parece una opción. Si las invitaciones a la Cumbre de las Américas crearon todo un debate, hay que imaginar si los EUA plantean nuevas sanciones al gobierno, mucho más ahora que la invasión de Rusia a Ucrania puso a los países de la OTAN y de la UE a buscar fuentes de petróleo alternativas. De manera que los EUA no tiene mucha maniobra en ese campo. Puede no levantar sanciones de manera unilateral -como indicó Juan González- pero es difícil que pueda aplicar más castigos. Sí puede hacer gestos al gobierno para que éste se siente con la plataforma unitaria, que fue lo que la agencia AP informó el día 17 de mayo.
El día 27-5-22 EUA extendió la licencia a Chevron por 6 meses, pero en las mismas condiciones que la extensión de junio de 2021. Esto tampoco sorprende porque, como se dejó ver en el análisis, retomar negociaciones es un juego de mucha habilidad política entre los gobiernos de Venezuela y de los EUA.
Queda ver cómo el gobierno de Maduro toma esta renovación. Si realmente la esperaba o se siente tan fuerte que sobreestima sus capacidades políticas, y fue tomado por sorpresa. Sin embargo, la extensión de la licencia a Chevron muestra un problema político de fondo que, a mi modo de ver, impide que México se retome más allá de los gestos y las declaraciones.
Por el lado del gobierno de Maduro, corresponder a los gestos de los EUA, lo que supone no prescindir de México sino volver a ese foro que es para acordar, básicamente, la posibilidad de una alternancia en el poder que el ejecutivo no quiere.
Pero los EUA también tienen un problema. Luce que cuando da un paso de revisión de la política de sanciones, hay una reacción en contra y se echa para atrás o lo deja así. Tiene como miedo. Y su miedo es por la incertidumbre de dar concesiones a un gobierno que maniobra como el de Maduro. Si permite a Chevron operar en Venezuela ¿el gobierno volverá a México? A lo mejor no, y el costo de imagen lo pagará el gobierno de Biden, al tiempo que el ejecutivo de Maduro se envalentonaría. La solución a este problema lo tienen los dos gobiernos. Imagino que el canal de comunicación que se abrió el día 5-3-22 estará funcionando. Quedará ver cómo los gobiernos de Venezuela y los EUA retoman el contacto. Si es en privado y acuerdan llevar como una negociación en secreto hasta que tengan confianza entre sí para que los gestos públicos sean correspondidos.
Al final del día ¿puede el gobierno del presidente Maduro prescindir de México y seguir con un ajuste económico, a pesar de las sanciones? En el caso de los EUA ¿hasta cuándo tendrá miedo a las reacciones adversas cada vez que ofrece un gesto? ¿Puede pasar toda la vida “matando al tigre y teniéndole miedo al cuero”?
La impresión que me han causado los actos del gobierno desde el 16 de mayo hasta la fecha es que el ejecutivo se siente muy seguro, con el control en sus manos. No pude evitar pensar en un artículo de Edward Chancellor publicado por Reuters el día 26-5-22 sobre un reciente libro que estudia las sanciones desde el mundo griego hasta el presente escrito por Nicholas Mulder, “The Economic Weapon. The Rise of Sanctions as a Tool of Modern War” (Yale University Press, 2022). Un efecto “no deseado” de las sanciones -sugiere Chancellor- es que los países castigados pueden aprender a ser auto suficientes y rodear a las sanciones. Así se siente el gobierno de Maduro.
En su programa de radio del día 19-5-22 sin mencionar a los EUA, Maduro le respondió. Afirmó que Venezuela se recupera con su propio esfuerzo y –aquí el mensaje a los EUA- “no le vamos a pedir cacao a nadie”. Pidió que la frase la tradujeran al inglés porque “a buen entendedor”. Es un mensaje a los gestos de los EUA.
Lo que Maduro le dice a los EUA son dos cosas. La primera, es que el gobierno va a su ritmo, no al de los EUA en el tema de las negociaciones. Lo segundo, es que tiene sus puntos, que no responden a gestos o a “incentivos”. Por supuesto, hay que ver en la realidad si el gobierno puede honrar esto último, pero lo que el presidente comunicó es algo como “no me quieran amarrar con sus concesiones, es a mi ritmo, o no hay conversaciones”, así sea el gesto de plantear sacar de la lista de sancionados al sobrino de Cilia Flores. Mi pronóstico es que, si el gobierno lo considera en su estrategia, dejará al sobrino de “Cilita” en la lista. El gobierno de Maduro no opera con la racionalidad de “los incentivos”.
Esto explica la lógica de su ajuste económico –ahora es la industria, que trataré en mi segundo artículo para el portal de la casa, El Cooperante- seguir con los aliados tradicionales, los cambios de ministros, entre otras iniciativas. Es decir, el ejecutivo quiere tener capacidad de maniobra y no atarse a unas negociaciones que a lo mejor no quiere -es lo más probable- pero ahora no puede abandonarlas, y trabaja para prescindir de ellas si es preciso o cuando pueda. Si puede o no dejarlas es otra discusión, pero su mensaje es “yo controlo el juego” y “veo si me interesa”. Efectivamente quiere hablar con los EUA al mismo tiempo que quiere mostrarse fuerte, que no acepta concesiones de los EUA sin más, que es lo que en este contexto significa la expresión “no vamos a pedir cacao”.
Esta idea Maduro la reforzó el día 20-5-22 en la presentación del “1 X 10 del buen gobierno”. Sin mencionar a los EUA, el presidente comentó que llegaron unos emisarios, le plantearon unas cosas, y respondió que “si era así, no, mejor se van”. No dio detalles a qué se refería, pero pienso que habló de los EUA.
Una cosa que dijo con mucha fuerza, lo que sugiere que cree en eso –que no es nuevo en él, ya no lo dice, pero antes repetía mucho “a los débiles nadie los respeta”- en el acto del día 20 de mayo, con mucha emoción expresó que “no hay que deberle nada a nadie”, pero lo repitió con mucha energía y varias veces.
En algún sentido Maduro se siente sobreviviente del conflicto político y que le tocó asumir cosas que no quería. Su explicación por qué no se dio el acuerdo en República Dominicana con la oposición en 2018 fue amargo, como quien se sintió traicionado por la oposición. Esto puede dar cuenta de la tirria que tiene hacia Guaidó y hacia Borges -rechazo la manera en que se dirigió a los dos integrantes de la oposición- a quienes responsabiliza de haberlo sacado del camino por el cual iba a transitar en 2018. Posiblemente, el de la reforma económica que comenzó en septiembre de 2018 pero el conflicto político de 2019 y 2020 la truncó en parte.
Casi una hora o más de la actividad del 20 de mayo –que duró cerca de dos horas y media- fue para explicar todo lo que pasó entre 2018 y 2022. Maduro se ve como un sobreviviente de un escenario que no hubiera querido llegar o evitado, pero llegó, lo superó, y eso le da mucha fuerza y confianza. Tanta, que le envía indirectas a los EUA para decirle “México es a nuestro modo, no al de ustedes”.
Por eso, quizás, el énfasis en “no le debemos nada a nadie”. Siente que pasó la prueba y que va a promover un sistema político y económico autónomo. Lo que da cuenta de la centralidad de la economía para el gobierno en este momento porque le da autonomía y fuerza. El ejecutivo no solo aprendió a circunvalar las sanciones, sino que en ese aprendizaje está que desarrolla una política económica y no necesita a los EUA. No es que no le interese -Maduro quiere una relación con los EUA- sino que le interesa a su modo. Si no se da, está dispuesto a seguir su camino de “no pedir cacao a nadie”. Las informaciones de la agencia Reuters que dan cuenta que PDVSA firmó contratos con empresas de Irán para reparar las refinerías de El Palito y luego el CRP, evidencian esta autonomía. Salvo que los EUA haga alguna acción para obstaculizarlo, el gobierno percibe que tiene maniobra y que la economía responde a los “incentivos” del “ajuste a lo Maduro”.
Esta seguridad se notó en la intervención del embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, en la AN el día 26-5-22 invitado para hablar sobre el libro de Mark Esper.
Moncada expresó que la invasión de Rusia a Ucrania cambió todo el tablero geopolítico mundial y Venezuela –por sus recursos naturales- pasa a estar “en el ojo del huracán”. Ya no es un país prescindible sino imprescindible por una sencilla razón si interpreté bien lo que Monada dijo en el parlamento: la guerra en Ucrania –aunque la tendencia se catalizó con la pandemia en 2020- acelera el fin o debilitamiento de la globalización y es el regreso a los bloques geopolíticos. En un mundo de incertidumbre la globalización no es confiable ¿Quién suministrará en la escasez? Hasta los EUA vive escasez de fórmulas infantiles que tuvo de importar de UK, país amigo, pero ¿y si no fuera amigo y necesita las fórmulas infantiles?
Los bloques ofrecen más certezas que una globalización que puede ser un “arma política” en una guerra por la hegemonía mundial. Esto puede explicar la designación de Carlos Farías en cancillería. El ejecutivo percibe que tiene algo grande en las manos –energía y minerales hoy valiosos que un mundo en conflicto y que se mueve a bloques necesita- que empuja ese aire de auto suficiencia que comunica.
Desde esta perspectiva, para la oposición y los EUA, la gran pregunta a resolver es ¿qué motivará al gobierno a engancharse en México? Que no sea la fuerza o los “incentivos”, que solo los EUA puede aplicar, pero como escribí previamente, no parece que lo hará o pueda hacerlo. Así que retomar México y no el “espíritu de México” que es lo que el gobierno busca, demandará mucha mano izquierda de los EUA y de la plataforma.
México salió de terapia intensiva, pero está en el “pasillo del hospital”. La “camilla” con el “paciente” se quedó allí. Los “médicos” discuten cuál “tratamiento” para ver si pasa a “recuperación” o a una “habitación” que no sabemos si será la de México u otra, pero sí con el “espíritu de México”. Más allá de la fuerza que poseen los EUA ¿qué tiene junto a la plataforma unitaria para lograr que el ejecutivo regrese a México en su formato original? Es el verdadero problema por resolver o lo que la foto de Blyde y Rodríguez comunica: cuál baile bien pegao para seguir “moviendo el esqueleto” porque la “música política” de agosto de 2021 a mayo de 2022 es otra.
-
Economía2 días.
Chavistas y opositores se quejan en redes sociales de las tarifas de Corpoelec
-
Mundo1 día.
Misión de la UE descarta "fraude" en elecciones de Ecuador tras denuncias de Noboa y González
-
País1 día.
Jorge Rodríguez dice que ninguno de los deportados de EE. UU. pertenece al Tren de Aragua
-
Economía1 día.
Delcy Rodríguez arremete contra países que "intentan excluir" a Venezuela del mercado global
-
Mundo1 día.
Detienen a dos presuntos miembros del Tren de Aragua en Colombia: extorsionaban comerciantes
-
Vitrina1 día.
“La magia ha desaparecido”: Selena Gómez habló de la polémica en torno a Karla Sofía Gascón
-
Sucesos1 día.
Fiscalía imputará a hombre que tenía en cautiverio a cuatro guacamayas en Caracas (Foto)
-
Mundo2 días.
Vuelos de repatriación de venezolanos fueron supervisados por Richard Grenell, según la Casa Blanca