Connect with us

La Lupa

Claves para entender la polarización extrema de Ecuador

Independientemente del ganador de la segunda vuelta, Ecuador está herido y abierto. La composición del Parlamento hará difícil la gobernabilidad para quien se imponga en el poder

Foto del avatar

Publicado

/

Caracas / Foto: Archivo.- Ecuador es un país divido. Esa frase lapidaria que suena a titular de primera plana en un periódico puede ser la descripción perfecta para dibujar lo complejo del momento que atraviesa la nación. Más que dos figuras o personajes, son dos las visiones que mayoritariamente imperaron en la primera vuelta comicial y que dejan un sabor amargo en torno a la manera en la que se viene asumiendo el panorama comicial y en lo que respecta a los resultados de la primera vuelta.

Lea también: Más de 3,5 millones de venezolanos recibieron asistencia humanitaria en 2024

Lo complejo del asunto está en la palpable descomposición que se presenta en un país aquejado por la inseguridad y la violencia, en el que la droga y el bandolerismo comenzaron a ocupar espacios cada vez más determinantes, observando incluso el aparataje de seguridad que tienen los candidatos, pues los atentados contra aspirantes se han tornado recurrentes desde hace tiempo.

Lo dramático del guión es que no se están dirimiendo las preferencias electorales asumiendo posiciones o posturas, sino que la lógica que viene privando desde hace algún tiempo se reduce al correísmo o anticorreísmo, generándose apoyos o contradicciones bajo la simpleza del dilema de facilitar o torpedear la llegada de algún abanderado que pueda emanar de la tendencia del polémico y controversial expresidente.

Hace algunos meses, cuando el presidente Guillermo Lasso impulsó la “muerte cruzada” que suprimía a la Asamblea Nacional, a la vez que lo obligaba a dejar la presidencia, diversos aspirantes concurrieron, presumiendo que la candidata del correísmo, Luisa González, obtendría el primer lugar en la primera ronda, por lo que la pugna sería por pasar de vuelta, teniendo la seguridad de que quien avanzara derrotaría a González, pues se erigiría como la figura que estaba llamada a aglutinar el descontento contra Correa.

Contra todo pronóstico Daniel Noboa logró ubicarse en el segundo puesto. Algunos dicen que privó su cautela y su poco interés a polemizar en un debate, lo cual le dio una sensación de seriedad. Así, en la segunda vuelta revirtió una desventaja de diez puntos respecto a González y con el respaldo de otros abanderados triunfó, para de esta forma asumir por lo que restaba del período de Lasso.

Advertisement

La imagen del joven y enérgico político, que había acertadamente conseguido diferenciarse de su padre el magnate bananero Álvaro Noboa, poco a poco generó ruido. Su lucha contra el narcotráfico y la criminalidad lo llevó a cometer el exabrupto de violentar el derecho internacional y ordenar a tropas militares que ingresaran a la embajada de México para capturar al exvicepresidente Jorge Glass, quien se encontraba asilado en la legación. Ante el repudio internacional, Noboa se justificó diciendo que haría cualquier cosa por la seguridad de su país.

Pero lo controversial de su mandato no se limita a ello, sino que hubo otro episodio, producto de rencillas y discrepancias, que lo marcó, pues intentó desconocer bajo argucias e interpretaciones a la vicepresidenta Verónica Abad. Pero Noboa, muy dado al uso de redes en las que expone su figura y genera un culto hacia su persona, también hizo ruido al no solicitar una licencia para poder hacer campaña, indicando que no estaba obligado a dejar la presidencia, pues en realidad él no estaba buscando una reelección sino una elección.

Luisa González no se queda atrás en las polémicas, siendo probablemente el aspecto más delicado que no se desmarca de la figura de Rafael Correa, dando la sensación de que el exmandatario puede manejarla. Un elemento accesorio, aunque sirve de indicio, es que el partido que la respalda, Revolución Ciudadana, tiene las iniciales del exmandatario, RC.

González además ha sido poco contundente en la condena a regímenes autocráticos, haciendo que su discurso evoque lo que su mentor ofrecía cuando llegó al poder, de allí que su figura no represente la frescura o novedad que pueda ser alternativa, sino que es un remedo de épocas pasadas.

El alto porcentaje obtenido entre los dos aspirantes en la primera vuelta de 2025 es la puesta en escena de un modelo polarizado en el que otras opciones no tienen absolutamente nada que buscar u ofrecer.

Advertisement

Independientemente del ganador de la segunda vuelta, el país está herido y abierto. La composición del parlamento hará difícil la gobernabilidad para quien se imponga. Por lo pronto ambos aspirantes tratarán de arañar los sufragios de aquellos que también concurrieron, pareciendo contar con ventaja González quien inmediatamente salió a pedir respaldos, siendo el más apetecible el de Leonidas Iza quien con poco más del 5% se ubicó en el tercer lugar.Sin embargo, los que han empezado a pronunciarse han dejado claro que no respaldarán a ningún aspirante, lo cual puede poner mucho más complicado el escenario. En cuanto al presidente, su estrategia lo ha llevado a limitarse a un pronunciamiento escrito por redes, evidenciando que hay frustración al no haber ganado en primera vuelta. Desde una perspectiva torpe y acelerada Noboa precisó que los viejos elementos de la política nacional habían sido derrotados, expresión inoportuna cuando lo que le interesa en lo inmediato es recibir respaldos.

El anhelo para el país pasa porque priven criterios y análisis para escoger autoridades, excluyendo la funesta manía regional de reducir todo a esquemas, en este caso Correa y la vinculación que pueda establecerse hacia él. Por lo pronto, ese escenario pareciera distante e inalcanzable.





Tendencias