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Economía

Comisión económica de la ONU estima que América Latina crezca 1,8 % en 2024

El panorama económico mejorará en 2025 con una proyección de 2,3 % en el avance del PIB

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Caracas/Foto: Archivo.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas estimó este martes que la región sólo crecerá 1,8 % en 2024, con una “ligera mejoría” para el próximo año.

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En un comunicado, la ONU detalló que América Latina y el Caribe ha crecido apenas 0,9 % entre 2015-2024 y definió el estancamiento como una “trampa de bajo crecimiento” causada por una “serie de factores internos y externos” y poco espacio para las políticas fiscales y monetarias.

“El mal desempeño de la inversión y la baja productividad laboral, así como los conflictos geopolíticos y las posibles disrupciones de las cadenas de oferta globales, podrían provocar un repunte de los precios de los productos básicos y de la inflación mundial”, detalló.

La comisión explicó que los datos desagregados señalan que el bajo crecimiento, que afectará a todas las subregiones, expone un incremento de 1,5 % en América del Sur, 1,5 % en Centroamérica y 2,2 % en México. El panorama económico mejorará en 2025 con unas proyecciones de 2,3 % en el avance del PIB.

ONU pide políticas para el crecimiento regional

El secretario ejecutivo de la institución, José Manuel Salazar-Xirinachs enfatizó la necesidad urgente de implementar un conjunto de políticas que promuevan el crecimiento regional para enfrentar los desafíos ambientales, sociales y laborales que afectan actualmente a la región.

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El funcionario destacó que “enfrentar la trampa de crecimiento, aumentar el empleo y crear trabajos de mayor productividad requiere el fortalecimiento de políticas de desarrollo productivo, complementadas con medidas macroeconómicas, laborales y de adaptación y mitigación al cambio climático”. 

Según la ONU, la implementación de tales políticas impulsaría la inversión y la productividad, lo que permitiría alcanzar un crecimiento inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe.

El informe también señala las preocupaciones sobre el debilitamiento del consumo, que se traduce en una desaceleración de la actividad económica. Este fenómeno es atribuido a factores como la disminución del poder adquisitivo de los salarios reales, la insuficiente creación de empleo, la baja confianza de los consumidores y el agotamiento del ahorro familiar. Además, se menciona que las políticas monetarias restrictivas, implementadas para controlar la inflación, han mantenido altas las tasas de interés, afectando la formación bruta de capital fijo.

En un contexto mundial marcado por tensiones geopolíticas y fluctuaciones en los precios de las materias primas, la Cepal  resalta la importancia de entender la conexión entre el crecimiento económico y la creación de empleo.

El cambio climático: un desafío para la región

De igual manera, el cambio climático se presenta como otro desafío estructural importante. Ante ello, la ONU advierte que América Latina y el Caribe es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, y que la intensificación de eventos extremos podría tener consecuencias perjudiciales para la creación de empleos. La dependencia económica de actividades como la agricultura, la minería y el turismo pone a la región en una situación delicada.

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“Si no se implementan políticas de adaptación y mitigación, el cambio climático puede generar efectos muy negativos sobre el crecimiento económico y el empleo,” advirtió. Se estima que de no tomar medidas adecuadas, para el año 2050 podrían perderse 43 millones de trabajos, lo que equivale al 10 % de la fuerza laboral, 15 millones de los cuales serían en los sectores agrícola y turístico.

Por último, concluye que “la inacción en materia de adaptación y mitigación del cambio climático puede resultar muy costosa, y es un lujo que la región no se puede permitir”. Por ello, hace un llamado a la instrumentación de políticas que aseguren una respuesta efectiva ante estos desafíos, fundamentales para reducir los costos que la intensificación de los eventos extremos tendría sobre la economía y el empleo en la región.



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