¿Cómo funciona el cónclave, el proceso para elegir al nuevo papa tras la muerte de Francisco?

Caracas/Foto: Archivo.- El papa Francisco murió este lunes a los 88 años, por lo que, tras su fallecimiento, se pondrá en marcha el proceso para elegir a su sucesor. 

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De acuerdo con la BBC, cardenales de todo el mundo se reunirán en la Ciudad del Vaticano para la elección. A este proceso se le conoce como cónclave.

Anteriormente, existía un período de luto de 15 días antes del inicio del cónclave. Sin embargo, Benedicto XVI, predecesor de Francisco, cambió el reglamento en 2013. Así, permitiría comenzar con mayor antelación si los cardenales así lo querían. La votación, con frecuencia, tiene lugar entre 15 y 20 días luego del fallecimiento del papa.

En ese sentido, el Colegio de Cardenales elige al nuevo papa. Este es un grupo de funcionarios importantes de la Iglesia, todos hombres y normalmente obispos ordenados, elegidos previamente por la máxima autoridad religiosa.

En la actualidad, existen 252 cardenales católicos. De ese total, solo 135 están habilitados para votar, ya que los mayores de 80 años no pueden votar, solo participar en el debate.

En el lapso entre la muerte del papa y la elección de su sucesor, la Iglesia la gobierna el Colegio Cardenalicio, que dirigirá los asuntos de esa instancia, pero bajo un poder limitado. Esto se debe a que gran parte de la administración central frena sus funciones. Además, con normalidad, los jefes de los departamentos del Vaticano renuncian a sus puestos hasta que sean confirmados o reemplazados por el nuevo papa.

Aunado a esto, inmediatamente después de la muerte del papa, las funciones oficiales las desempeña el camarlengo. Actualmente, el cardenal irlandés-estadounidense Kevin Farrell es quien ocupa ese cargo.

Venezuela, sin representación 

En esta ocasión, Venezuela no contará con representación en el cónclave. La razón es la ya expuesta: no pueden participar los cardenales mayores de 80 años en la elección.

La nación caribeña solo cuenta con dos, y exceden el límite de edad. Se trata de Diego Padrón Sánchez, arzobispo emérito de Cumaná, de 85 años. El otro es Baltazar Porras Cardozo, arzobispo emérito de Caracas, que cumplió los 80 años en 2024.

La imposibilidad responde, en concreto, a la reforma hecha a la constitución apostólica Universi Dominici Gregis en 1996. Esta la promulgó Juan Pablo II, estableciendo así el límite de edad permitido.