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"Daba la Eucaristía con las manos sucias": la historia de los siete hermanos abusados por un sacerdote

La historia ha salido a la luz tras la denuncia formal que los hermanos presentaron contra el padre Francisco De Roux, acusándolo de encubrimiento

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Caracas / Foto: El Espectador.- Siete hermanos de una familia colombiana denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de un sacerdote entre 1976 y 1979, cuando los menores tenían entre 6 y 16 años.

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La historia ha salido a la luz tras la denuncia formal que los hermanos presentaron contra el padre Francisco De Roux, acusándolo de encubrimiento, según un impactante testimonio publicado en El Espectador.

Los hermanos Llano relatan que el sacerdote Darío Chavarriaga, profesor en el colegio San Bartolomé La Merced, aprovechaba su situación de confianza. "Llegaba con comida y regalos, lo que nos parecía un gran alivio para nuestra situación económica", mencionó Ana Cristina Llano. Sin embargo, sus visitas se extendían hasta largas horas de la noche, y las intenciones de Chavarriaga no eran inocentes.

Luis Fernando Llano hizo eco de estos recuerdos dolorosos, añadiendo que el sacerdote una vez le ofreció quedarse a dormir en el colegio prometiendo evitarle el incómodo trayecto en bus. La llegada de Chavarriaga a eselugar, hoy le provoca una profunda angustia y nostalgia por una niñez marcada por el abuso. "Después salía de allí a dar la eucaristía con sus manos sucias y manchadas", dijo.

Confesión

Los hermanos, que mantuvieron su dolor en silencio durante casi cuatro décadas, finalmente comenzaron a compartir su historia en 2014, después de que la conversación sobre sus experiencias traumáticas emergiera entre ellos. En este contexto, denunciaron a Chavarriaga ante De Roux, quien les comunicó que el sacerdote había confesado sus delitos, aunque no llevaron el caso a la Fiscalía debido a que los delitos estaban prescritos.

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De Roux también les pidió que no hicieran pública su historia, argumentando que podría dañar la imagen de la comunidad jesuita. Sin embargo, los hermanos Llano consideran que la respuesta de la Iglesia católica no ha sido justa ni satisfactoria. "La Iglesia nos ha cerrado la boca", señala una de las víctimas, reafirmando su decisión de buscar justicia a través de la denuncia a De Roux.

Hoy, los hermanos Llano se enfrentan a su dolor y buscan sanar las heridas que han llevado durante 48 años, compartiendo su historia no solo en busca de justicia personal, sino también en defensa de otros niños que han sufrido abusos similares. "Ahora nos tenemos a nosotros para buscar justicia", afirman, intentando encontrar un camino hacia la sanación.

https://twitter.com/elespectador/status/1852445283596030078?t=7IOuqi3a7MgYMTDzyK_k8A&s=08




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