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La Lupa

Daniel Ortega insulta a Lula y a Petro por no reconocer triunfo de Nicolás Maduro

Los calificó de "arrastrados, serviles" y les dijo que están compitiendo “a ver quién va a ser el líder para representar a los yanquis en América Latina”. Lula se ha demarcado del gobierno de Nicaragua por la represión que ha desatado contra los opositores y la iglesia, mientras Petro ha sido su aliado en tratar de resolver la controversial elección presidencial en Venezuela

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Caracas/Foto: Archivo. Adiós a las discusiones ideológicas en la llamada izquierda latinoamericana, sobre todo al interior de ese grupo variopinto que ha tomado el poder en algunos países y se niega a abandonarlo, sustituyendo el viejo discurso de justicia social por una sarta de consignas huecas y negocios turbios.

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El mejor ejemplo lo está escenificando ahora Daniel Ortega, ya con 17 años ininterrumpidos gobernando con mano dura y corruptelas a Nicaragua, un dictador que no le perdona al presidente de Brasil, Lula da Silva, que haya tratado de mediar entre El Vaticano y Nicaragua para lograr la libertad de algunos sacerdotes detenidos y, mucho menos, que no haya reconocido el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales.

Una relación que se deterioró sobre todo por la persecución política de Ortega contra opositores, algo que Lula criticó públicamente lamentando que ocurriera "con un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrocar a (Anastasio) Somoza... y hoy no sabe si esa revolución fue porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo".

Críticas que Daniel Ortega ha respondido ahora diciendo que "Lula, de una forma vergonzosa, anda repitiendo las consignas de los yanquis y de los europeos, y de los Gobiernos arrastrados de América Latina...¡Te estás arrastrando, Lula!", exclamó Ortega, y criticó la anterior gestión de Gobierno del mandatario brasileño y hasta le recordó los "alborotos de corrupción" como los escándalos Lava Jato:  "Aparentemente no fue un Gobierno muy claro, muy limpio. Acordate Lula y te podría mencionar una docena de cosas más", continuó sus insultos.  

"Si querés que te respete, respétame Lula. Si querés que te respete el pueblo bolivariano, respeta la victoria del presidente Nicolás Maduro y no andes ahí de arrastrado", dijo durante la reciente Cumbre virtual con los representantes del ALBA, donde también aprovechó para agredir al presidente de Colombia, Gustavo Petro, por su postura hacia las elecciones en Venezuela. De hecho, Brasil y Nicaragua cortaron relaciones diplomáticas hace poco debido al impasse ocurrido entre ambos países.

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En la Cumbre del ALBA, Ortega  también aprovechó el escenario para agredir al presidente de Colombia, Gustavo Petro:

"A Petro, ¿qué le puedo decir a Petro? Pobre Petro, pobre Petro; yo a Petro lo veo compitiendo con Lula a ver quién va a ser el líder para representar a los yanquis en América Latina, así lo veo a Petro, porque el pobre Petro no tiene la fuerza que tiene Brasil (…), el gigante de América Latina”. Y agregó que Lula es uno de los presidentes de América Latina que ha tenido una "reacción brutal" y "cobarde" por no reconocer el triunfo de Maduro.

Insultos que pudieran ser respondidos uno a uno, ya que es público que los Ortega han impuesto la corrupción y el nepotismo a escalas mayúsculas en su país. De hecho, sus nueve  hijos tienen rango de asesores presidenciales, controlan el negocio de la distribución del petróleo y dirigen la mayoría de los canales de televisión y las compañías de publicidad que son beneficiadas con contratos estatales. Su hijo mayor, Laureano Ortega Murillo, es quien lleva los negocios con China y exhibe un Rolex de oro sin disimulo.

Una investigación elaborada por el medio Divergentes, reveló que la familia Ortega Murillo vive con todos sus hijos, nueras, yernos y nietos en el enorme complejo residencial El Carmen, en Managua, donde también funciona el despacho presidencial, la secretaría nacional del partido FSLN y la vivienda de los mandatarios. El Carmen es una mansión que los sandinistas expropiaron al banquero Jaime Morales Carazo y con el tiempo la ampliaron hasta que se tragó varias cuadras, siete casas con sus calles y hasta un pequeño estadio en el que Ortega se ejercita. En la actualidad, el complejo ocupa dos manzanas, es decir, 1,4 hectáreas que son protegidas por un dispositivo de policías y militares en quienes se gastan millones de dólares anuales. 

Con mucho dinero y poder, Ortega se siente con fuerza para insultar a sus antiguos aliados ideológicos incluyendo a Lula, con quien mantenía una estrecha relación desde 1980, cuando el líder brasileño viajó a Managua para el primer aniversario de la revolución sandinista, cuando conoció personalmente al entonces presidente cubano, Fidel Castro. Pero eran los tiempos de las discusiones ideológicas y las posturas correctas, algo difícil de llevar a la práctica en estos años, cuando la mayoría de los gobiernos que se dicen de izquierda solo recuerdan a los "pobres de la Tierra" cuando se acercan las elecciones.

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