Descubren la verdad tras la desaparición de un niño en una parada de autobús en 2003

Caracas / Foto: Archivo.- El 7 de diciembre de 2003, Daniel Morcombe, un joven de 13 años de Sunshine Coast, Queensland, Australia, salió de casa con la intención de dirigirse a la parada del autobús para visitar el centro comercial Sunshine. Su plan era comprar regalos y cortarse el cabello, actividades que formaban parte de su rutina habitual. Sin embargo, nunca llegó a su destino.

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El último avistamiento de Daniel Morcombe ocurrió alrededor de las 2 de la tarde, cuando se le vio en la parada del autobús vistiendo una camiseta roja.

El autobús que esperaba sufrió una avería, y el vehículo de reemplazo llegó tarde, pasando de largo sin recogerlo. La preocupación se apoderó de su familia cuando, tras varias horas sin noticias, decidieron iniciar su propia búsqueda. Aquella misma noche, Daniel fue declarado desaparecido, dando inicio a una de las investigaciones más extensas en la historia de Queensland.

La magnitud de la operación policial fue impresionante: alrededor de 100 oficiales se involucraron en el caso, interrogando a cerca de 10 000 personas. De este amplio grupo, 33 individuos se convirtieron en los principales sospechosos de la desaparición del joven.

Entre ellos se encontraba Brett Peter Cowan, un hombre de 29 años cuyo vehículo fue capturado en un video cerca del lugar de la desaparición. A pesar de las sospechas, en ese momento no había pruebas suficientes para vincularlo directamente con el caso.

Con el paso del tiempo y la disminución del interés público, el caso de Daniel se volvió un frío recuerdo hasta que sus padres instaron a las autoridades a reabrir la investigación. Cowan, cuyo historial criminal incluía delitos sexuales contra menores, fue nuevamente interrogado.

Los nuevos datos

Según la revista People, la Policía de Queensland llevó a cabo una arriesgada operación encubierta que culminó en la confesión de Cowan, quien admitió haber asesinado a Daniel tras ofrecerle un viaje al centro comercial.

El relato de Cowan reveló que llevó a Daniel a una casa abandonada, donde le ofreció un vaso de agua antes de agredirlo sexualmente y estrangularlo en un intento de escape. Las autoridades confirmaron que el joven fue asesinado en menos de una hora desde su secuestro, y que la causa de su muerte fue asfixia.

Cowan describió cómo ocultó el cuerpo de Daniel en el maletero de su coche y lo trasladó a un terreno cercano a una antigua mina. En un intento por borrar toda evidencia, desechó la ropa y los zapatos del chico desde un puente hacia la costa de Coochin Creek.

A pesar de la brutalidad de sus acciones, Cowan no mostró ningún remordimiento al dirigir a las autoridades hacia los restos de Daniel, lo que dejó a la comunidad con el corazón roto. En 2012, Daniel fue finalmente despedido en un conmovedor funeral al que asistieron cientos de personas, un tributo a la vida que fue truncada de forma tan trágica.

Desde entonces, sus padres, Bruce y Denise Morcombe, han dedicado sus vidas a la Fundación Daniel Morcombe, creada en honor a su hijo, con la misión de garantizar que ninguna otra familia sufra una pérdida similar.

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