Caracas. Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas ordenó el sábado a las tropas del gobierno «disparar y matar de inmediato» a los rebeldes comunistas que estén armados, diciendo que eran «bandidos» sin ideología alguna.
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En declaración durante una reunión conjunta de los grupos de trabajo nacionales y regionales para poner fin al conflicto armado comunista local (ELCAC) en la ciudad de Cagayán de Oro, lamentó que los insurgentes comunistas continúen cometiendo delitos como extorsión, incendio premeditado, violación y asesinatos, refirió el medio filipino Manila Times.
«He ordenado a los militares y a los policías que, durante los enfrentamientos, si los enemigos están armados, mátenlos. ¡Mátenlos de inmediato!. Asegúrense de matarlos de verdad y acaben con ellos si están vivos».
Para Duterte, los comunistas están librando una batalla que no pudieron ganar, tras asegurar que China y Rusia se abrieron al capitalismo, el mandatario prometió a los insurgentes que tendrían trabajo y vivienda si renuncian a las armas.
«No tengo ningún reparo en hacer las cosas que tenga que hacer», dijo pidiendo a las fuerzas de seguridad «que se olviden de los derechos humanos«, y asumió la responsabilidad de sus acciones asegurando que está dispuesto a «ir a la cárcel» de ser necesario.
Los ataques de los rebeldes comunistas contra el Ejército y la población civil provocaron que, a finales de 2017, Duterte anulara las negociaciones de paz con el ala política del grupo comunista, el Frente Nacional Democrático.
