Connect with us

Destacados

El tremendo negocio de reprimir en Venezuela

Estados Unidos descubrió a tiempo que alguien quería comprar armas represivas en Miami para el Gobierno de Nicolás Maduro. ¿Será que ahora vendrán de Irán?

Foto del avatar

Publicado

/

Caracas.- Hace dos años Brasil se negó a seguir vendiendo gases lacrimógenos a Venezuela luego de que la oposición venezolana presentara pruebas de que el régimen de Nicolas Maduro mantenía contratos con la empresa brasileña Condor Non-Lethal Technologies para adquirir 78 mil bombas de gases lacrimógenos.

Eso fue en 2017 y desde entonces los organismos represivos han lanzado muchas bombas lacrimógenas. Pero cabe imaginar que con las sanciones del Departamento del Tesoro hacia el gobierno venezolano, la "alacena" comenzará a vaciarse y cada vez se le podría hacer más difícil a los organismos represivos conseguir las armas que necesitan ante cada protesta. Urgencia que ahora podría estar en estado de alarma, cuando vemos cómo los disturbios se multiplican a diario y en todo el país y por razones diversas, como la escasez ya no solamente de alimentos, luz o agua, sino de gasolina y gas doméstico.

De allí que no resulte sorpresiva la bomba informativa que lanzó el embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, y que ha pasado debajo de la mesa, oculta en el huracán de malas noticias que nos estremece a diario.

En la entrevista realizada por Vladimir Villegas al embajador Story en su nuevo canal de You Tube ("Vladimir a la Carta"), el embajador le aseguró que el gobierno de Nicolas Maduro "estaba comprando maquinaria para la represiòn en Miami… tenemos una investigación abierta sobre eso y sobre la cual no puedo hablar ahora…pero tenemos a las personas involucradas, tenemos las pruebas, tenemos todo".

Bomba informativa que seguramente saldrá a la luz con todos sus detalles una vez que los organismos competentes estadounidenses tengan toda la red de compra-venta lo suficientemente armada como para iniciar el juicio pertinente a los responsables.
Pero lo cierto es que la "caída" de ese audaz negocio le debe plantear al gobierno una seria duda sobre dónde adquirir y cómo las armas que piensa va a necesitar para seguir callando a golpes de lacrimógenas y balas de plástico, el creciente reclamo de los miles de venezolanos llevados a la miseria.

Advertisement


De allí que cabe recordar que uno de sus socios, Irán, también fabrica y exporta tecnología de represión, tan necesaria en la guerra política instalada entre el gobierno y sus ciudadanos. Irán lleva muchos años vendiendo sus Granadas Antidisturbios CS y sus Máscaras antigas M17A1, así como chalecos antibalas y perdigones.


Y si bien las arcas del gobierno ya están en sus niveles mínimos, no seria exagerado imaginar que quizás los lingotes de oro alcanzaron para traer algunas cuantas lacrimógenas como parte del mismo combo. Porque cuando esa gasolina se acabe en menos de un mes, los organismos represores van a tener que echar mano de ese otro regalito iraní, que trajo el problema y también "la solución".





Tendencias