Caracas.- El Vaticano afirmó el jueves que no despedirá a los empleados que rechacen la vacuna contra la COVID-19, aunque se trata de una decisión que «puede constituir un riesgo para su entorno laboral».
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La oficina del cardenal Giuseppe Bertello, gobernador de la Ciudad del Vaticano, emitió un comunicado en el que decía que se encontrarían «soluciones alternativas» para quienes se rehúse a recibir la vacuna.
Su pronunciamiento se produjo tras recibir cientos de criticas por advertir a sus trabajadores que podrían ser despedidos si no se vacunan contra la COVID-19, refirió Reuters.
«La adhesión voluntaria a un programa de vacunación debe tener en cuenta el riesgo de dañar a otras personas», precisa en una nota la Comisión Pontificia del Estado de la Ciudad del Vaticano, para aclarar el contenido del decreto firmado el pasado 8 de febrero por Bertello.
El decreto decía que aquellos que se niegan a vacunarse sin una razón de peso estarán sujetos a una disposición específica en una ley de 2011 y podrían enfrentar «consecuencias de diversos grados, que podrían contemplar el despido».
Mientras que los que no puedan recibir el fármaco por razones de salud serán removidos a otro puesto, donde tendrían contacto con menos personas, pero recibirán la misma paga incluso si el nuevo puesto es una degradación.
El artículo de la ley de 2011 dice que los empleados que rechacen las «medidas preventivas» podrían ser sometidos a «diversos grados de consecuencias que podrían conducir al despido».
Bertello dijo que la referencia al artículo de la ley no debe considerarse como «sancionadora o punitiva», señalando que se respetará la «libertad de elección individual».
Después de las noticias sobre el decreto, algunos italianos usaron Twitter para criticarlo, asegurando que era contrario al llamado general de misericordia del Papa Francisco, quien recibió las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19.
El Vaticano, que comenzó su programa de inoculación el mes pasado, ha hecho obligatoria la vacunación para los periodistas que acompañen al Papa en su viaje a Irak el próximo mes.
