Caracas.- Será un día largo y una noche difícil en Estados Unidos. Aún sin que se hayan cerrado los centros de votación, la Corte Suprema ya ha tenido que juzgar casos relacionados con reclamos en varios Estados como Carolina del Sur y Wisconsin, donde la decisión final acabó dificultando el voto – bueno para Trump-, mientras en Pennsylvania y Carolina del Norte la balanza pesó a favor de los demócratas cuando el tribunal autorizó una extensión de 3 a 6 días, respectivamente, para recibir los votos enviados por correo, escenario que favorece a Joe Biden.
Pero el temor mayor, según el analista Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales y columnista de varios diarios importantes, es que «Tres de los nueve jueces de la Corte Suprema de hoy, incluidos Brett Kavanaugh y Ami Coney Barret, trabajaron en el equipo de George Bush en Florida el año 2000, cuando se produjo la controversial decisión de cerrar el recuento de votos y declarar la victoria de George Bush contra su contendor demócratas, Al Gore.»
Aunque, según Stuenkel, la polarización actual en EEUU es mucho mayor que en el año 2000 y una decisión como aquella «podría generar disturbios e inestabilidad social». De allí que Walmart, la poderosa cadena nacional, decidiera suspender por varios días la venta de armas y municiones como previsión a posibles disturbios callejeros.
De hecho, el analista prevé que, al margen de los resultados, es probable que Trump declare la victoria el día de las elecciones y la mañana siguiente, debido a que en la mayoría de los Estados los votos enviados por correo solo se contarán después de totalizar los que se hicieron en persona:
«Ya que los votantes demócratas deben votar más por correo que los republicanos, es posible que Trump aparezca inicialmente a la cabeza de algunos Estados-claves al comienzo del conteo, pero que luego podría ser superado por Biden».
Los demócratas temen que Trump use este escenario para cuestionar el resultado final y acuda a la Corte, con consecuencias similares a los del año 2000. Cabe recordar también que cualquier análisis sobre los resultados dependerá no solo de quien será Presidente sino qué partido obtendrá la mayoría en el Senado. Y todo parece indicar que serán los demócratas quienes lograran esa mayoría
