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La Lupa

En Venezuela hay 3 millones de emprendedores y la mayoría lo hace por "necesidad", según UCAB

“71% de los negocios están orientados al consumidor final, 95% de los emprendimientos no exportan, 62% solo tiene alcance en el mercado local, 77% no ofrece productos o servicios innovadores y casi la totalidad (97%) tiene nulo o bajo nivel tecnológico”

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Caracas / Foto: Cortesía.- La Universidad Católica Andrés Bello presentó este miércoles, los hallazgos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM Venezuela 2022), y precisó que en Venezuela, en medio de la crisis económica que generó siete años de recesión y un año de "tenue recuperación", existen al menos tres millones de emprendedores. La mayoría lo hace por necesidad ya que los salarios del sector público y privado son insuficientes, y hay pocas oportunidades de empleo.

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De acuerdo a datos del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la misma casa de estudios, 8 de cada 10 trabajadores en Venezuela están en el sector informal. Y en un entorno "hostil" marcado por la crisis y la ausencia de políticas públicas que favorezcan a los emprendedores, así como de impedimentos para acceder a financiamiento y créditos, el venezolano se arriega y emprende.

El estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), contó con el patrocinio de EY, Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y Mercantil Banco, y se basó en la realización de una encuesta nacional a 2.300 adultos y un sondeo a 36 expertos del área económica.

Concluyó que unos 3 millones de venezolanos (19% de la población adulta del país) están emprendiendo en diferentes etapas. De ese grupo, la gran mayoría (86%) posee emprendimientos en etapa temprana (TEA, por sus siglas en inglés), es decir, tienen negocios nacientes (startups con menos de tres meses en el mercado) o negocios nuevos (con menos de 3,5 años en el mercado), y solo 14% posee negocios establecidos o en parte consolidados (EBO, por sus siglas en inglés), es decir, han sobrevivido más de cinco años en el mercado.

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Lo que quiere decir, que de toda la población adulta del país, aproximadamente 11% tiene emprendimientos nacientes, 5% nuevos y sólo 2,6% posee negocios establecidos.

Respecto a por qué lo hace: 90% de los emprendedores respondió que por necesidad y la gran mayoría de sus negocios tiene poco impacto en la economía. 90% de respuestas afirmativas, es “ganarse la vida porque los empleos son escasos”. Los “emprendedores por necesidad” alcanzan 92% entre quienes tienen negocios en etapas nacientes, suman 86% entre los que tienen una empresa nueva y alcanza a 98% en el caso de los dueños de emprendimientos establecidos.

Perfil del emprendedor venezolano

El estudio GEM Venezuela también realizó una encuesta que se llevó a cabo entre julio y agosto de 2022 con el objetivo de recabar las percepciones sobre los valores y actitudes emprendedoras de la población adulta (APS, por sus siglas en inglés).

Unos 3 millones manifestaron estar involucrados en un emprendimiento naciente, nuevo o establecido. “Existe un gran nivel de motivación para emprender, un alto porcentaje de personas que estarían dispuestas a iniciar un negocio con nivel de confianza y compromiso alto”, observó Luis Lauriño, profesor de Relaciones Industriales de la UCAB e investigador del IIES.

Aunque el porcentaje de la población que emprende subió de 17% a 19% entre 2011 y 2022 (unas 100 mil personas más). El investigador resaltó que la porción de venezolanos que tienen emprendimientos TEA, es decir, en edad temprana, ha venido cayendo. “En 2011, esta cifra era de 27,3% de la población adulta. En 2022 15,9% de la población dijo tener un TEA”.

La porción de venezolanos con negocios establecidos es solo de 2,6%, pero esta cifra es superior al 1,6% registrado en 2011.

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Por su parte, el economista Demetrio Marotta expuso algunos datos relacionados con el tipo de emprendimiento, su impacto en la economía, así como el perfil, ingresos y participación en el hogar de los emprendedores.

“Los emprendedores en su etapa inicial están muy motivados y se perciben con un alto talento emprendedor -83% considera que tiene el conocimiento, la habilidad y la experiencia necesarios para iniciar un nuevo negocio”.

En cuanto a la diferencia de género, está a favor de las mujeres en los emprendimientos establecidos (54%), mientras que en las etapas iniciales la distribución es más paritaria. Igualmente, los emprendedores TEA son mayormente adultos entre 35 y 54 años de edad, con niveles educativos superiores en la medida en que superan etapas y mayormente ocupados, a tiempo total o parcial.

Otro dato es que más de la mitad de la población adulta, específicamente 53% cree que es fácil iniciar un negocio en Venezuela, 64% ve buenas oportunidades para iniciar un emprendimiento en los próximos seis meses en su área de residencia y 29% espera comenzar un negocio en los próximos tres años. “Sin embargo, 33% confesó que no iniciaría un negocio por temor a fracasar”.

Sobre los ingresos, emprendedores TEA y Establecidos son menos pobres en términos monetarios que el resto de la población. Asimismo, las personas con emprendimientos nuevos y/o establecidos tienen mayor probabilidad de ejercer la jefatura de hogar y, en general, todos los emprendedores tienen mayor propensión a tener varios empleos, principalmente los TEA.

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Los emprendimientos en edad temprana del país (es decir, la mayoría) tienen poco impacto en la economía: 84% cuentan con uno o dos socios, 81% tienen entre uno y cinco empleados y solo 2% tienen expectativas de contratar 6 o más empleados en los próximos 5 años.

“71% de los negocios están orientados al consumidor final, 95% de los emprendimientos no exportan, 62% solo tiene alcance en el mercado local, 77% no ofrece productos o servicios innovadores y casi la totalidad (97%) tiene nulo o bajo nivel tecnológico”.

Un camino nada fácil

Durante la presentación ante medios de comunicación y especialista, el sociólogo y profesor-investigador del IIES-UCAB, Luis Pedro España destacó que durante los últimos dos años, después del impacto de la pandemia por COVID-19, se han registrado cambios importantes en el mercado laboral, la crisis, pero también la migración masiva de al menos 7 millones de venezolanos, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

El Estado venezolano, apuntó, ha atravesado “una reducción espectacular y pacífica”, con alrededor de 1,5 millones de funcionarios que simplemente dejaron de ir a sus trabajos por los bajos sueldos.

“El relativo alto porcentaje de empleo formal en Venezuela estaba constituido por empleo público. Al reducirse el Estado, el sector formal se reduce y probablemente solo mejore en la medida en que se creen nuevas empresas y emprendimientos”, explicó.

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Al tiempo que rescató las cifras de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), que mostró una caída de 15 puntos porcentuales de la pobreza multidimensional en el país en 2022 -ahora 50,5% de los hogares se consideran pobres-, en buena medida por la recuperación de los ingresos, pese a que se amplió la brecha de la desigualdad.

En este sentido, acotó que esto se generó tras "la liberalización de facto” que impuso el Gobierno. Sin embargo, advirtió que ese crecimiento es insuficiente y frágil por la ausencia de políticas públicas.

“Venezuela sigue mostrando niveles bajos de actividad económica, lo cual se debe a la poca oportunidad de empleo y de emprendimiento. La única posibilidad de qué se incremente el nivel de actividad y disminuya la precariedad del empleo, más allá de que se mantenga el crecimiento económico, pasa necesariamente por una redistribución de las oportunidades por género, ámbitos territoriales y sectores económicos, entre ellos el emprendimiento. Lo cual requiere una política de incentivos sectoriales y de política social que mejoren la empleabilidad de la población en edad activa”.



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