En Video: El milagro que impulsó la beatificación de José Gregorio Hernández

Caracas.- El tercer milagro aprobado por Comisión Teológica del Vaticano corresponde al caso de Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en la cabeza el 10 de marzo de 2017, cuando unos antisociales la interceptaron a ella y a su padre en el caserío Mangas Coveras del estado Guárico.

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La niña, que para entonces tenía 10 años, fue sometida a una cirugía craneoencefálica 48 horas después de haber recibido el disparo, debido a que no había un neurocirujano en el Hospital Pablo Acosta Ortiz de la ciudad de San Fernando de Apure.

Los médicos aseguraron que la niña había perdido mucha sangre, masa encefálica y varios huesos, por lo que a pesar de que había sobrevivido a la intervención no le daban muchas esperanzas de vida.

De forma inexplicable, Yaxury salió caminando del hospital tan solo 20 días después de la cirugía. La madre de la pequeña asegura que la evolución de Solórzano fue gracias a la intercesión del venerable "médico de los pobres".

“Las tomografías realizadas muestran la lesión en el cerebro, pero la niña se encuentra totalmente asintomática, sin secuelas, cuando debía presentar discapacidad, según el pronóstico del neurocirujano”, señaló la congregación para las causas de los santos, cuando el cardenal Baltazar Porras introdujo el expediente contentivo del milagro el 18 de diciembre de 2018 ante el tribunal eclesiástico.

El 11 de enero de este año, se realizó la última sesión en la sede de la Conferencia Episcopal, en Caracas, donde el cardenal Baltazar Porras firmó y selló el dossier de 50 páginas y las copias que se entregaron al Vaticano para la beatificación.

La respuesta de la santa sede llegó el 27 de abril, cuando los siete teólogos nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos aprobaron por unanimidad el milagro de la curación. Pero, solo faltaba la aprobación del Papa Francisco, quien dio el visto bueno a la causa este 19 de junio.

José Gregorio Hernández, quien destacó por su vocación profesional y religiosa en especial por su servicio a los más necesitados, se convirtió en el primer beato laico de Venezuela.