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La Lupa

Gabriel Wald Olimpo: Solo 7 % de los bachilleres tiene planes reales de emigrar

"Ha venido aumentando el porcentaje de los que están dispuestos a quedarse y ha disminuido los que se quieren ir", asegura Wald, y añade que "Estamos frente a una generación para la cual la universidad tiene menos voltaje de lo que era para generaciones anteriores, tenemos jóvenes, por ejemplo, creen que pueden hacer un año de cocina o gastronomía, por un lado, ser asistentes de cocina y además tener un canal de Youtube, por ejemplo. Ese es un proyecto, la universidad ya no es vista como el único lugar en el cual pueden formarse profesionalmente"

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Caracas / Foto Portada: Cortesía.- Durante los últimos años la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) ha indagado sobre la situación de la educación venezolana en sus distintos niveles. Recientemente ofreció algunos datos del "Monitor de Bachillerato", un estudio cuantitativo que llevó el Observatorio de Empleabilidad y Procesos Formativos, ente activo desde el 2020. Su director, el psicólogo Gabriel Wald amplió aspectos relevantes para esta redacción, y destacó que solo 7 % de los estudiantes de quinto año tienen planes reales de emigrar cuando culmine el bachillerato.

Lea también: Informe GEM: Venezuela tiene uno de los peores contextos para emprender

Gabriel Wald Olimpo es el director del Observatorio de Empleabilidad y Procesos Formativos de la UCAB. Licenciado en Psicología de la misma casa de estudios, con Maestría en Metodología para Ciencias de Comportamiento (tesis en curso). Ha sido docente en áreas como Estadística, Metodología de la Investigación, Comportamiento del Consumidor e Investigación de Mercados. Es representante para Venezuela de la Asociación Internacional de Mercadeo Público y no lucrativo, con sede en España. Consultor realizando estudios de mercado para empresas comerciales y entes multilaterales. En el marco de la instauración de procesos de mercadeo de la UCAB, viene profundizado en el estudio de mercados educativos, tendencias de la Educación Superior y el proceso de inserción de los jóvenes en sectores productivos. Actualmente, además de realizar estudios, lidera diversas iniciativas de vinculación del joven universitario con la empresa privada.

El estudio se llevó a cabo en Caracas y en todo oriente sur: San Félix, Puerto Ordaz, Upata, Ciudad Bolívar, Maturín y El Tigre. Es un estudio cuantitativo, no son focus group ni entrevistas de profundidad. Es una encuesta administrada con papel y lápiz a estudiantes de colegios privados del último quinto año que están por graduarse. Los datos presentados corresponden a 2023.

En entrevista concedida a El Cooperante, Wald precisó que la muestra fue de 2 616 estudiantes: 1 424 de Caracas y 1 192 de oriente sur. En este sentido, destacó uno de los hallazgos más relevantes: quiénes tienen planes de irse del país tras recibir su título de bachiller.

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"La intención de irse en este momento aproximadamente está en torno al 14 % en ambas regiones, pero de ese número, solo está convencido realmente el 7 % o sea la mitad, no es solo que piensan irse, sino que tiene dónde llegar en el exterior, tiene la visa o la está tramitando, es decir que, es una decisión tomada, no una fantasía. No pasa del 7 %. Ese número ha venido bajando mucho porque en un momento llegamos hasta el 40 %, por allá en el año 2017 o 2018", refirió. "Ha venido aumentando el porcentaje de los que están dispuestos a quedarse y ha disminuido los que se quieren ir".

Respecto a las causas, Wald sostuvo que el estudio no tiene la intención de profundizar sobre las razones por la que los estudiantes tienen deseos de irse o quedarse en el país. Sin embargo, expuso que entre las principales razones -tras algunas entrevistas de profundidad- para irse es la falta de esperanza en torno a la posibilidad de lograr autonomía laboral.

"El joven siente que si se queda en Venezuela, aunque estudie, no va a poder comprarse una vivienda, no va a poder comprarse un vehículo nuevo, no va a poder tener ahorros. De hecho, cuando le preguntamos si pensaban tener familia, es común encontrar una respuesta sobre que esperan tener estabilidad antes de tener familia; primero la empresa, el trabajo, dos carros, una casa y luego la familia. En definitiva, una de las principales razones para irse es la falta de esperanza en que estudiar y trabajar en Venezuela va a producirles un beneficio material en el mediano y largo plazo", reiteró.

Sobre las carreras

De acuerdo a los datos recabados por el equipo de Wald, hasta julio 2023, el 52 % de los estudiantes de quinto año consultados en Caracas, manifestó que harán una carrera larga de cuatro o cinco años; 22 % un curso y 11 % una carrera corta. Un curso puede ser un diplomado, así como un certificado de 6 o 4 meses.

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Mientras que, en oriente sur, el 49 % quiere una carrera larga, el 21 % cursos y el 14 % una carrera corta. Hay un 10 % que se dedicará a trabajar u otra cosa.

"Entre este 10 % están los que dijeron que se tomarían un año sabático porque están cansados de ser adolescentes. Algunos deben trabajar para producir dinero y ayudar a su familia".

Al indagar sobre las carreras que prefieren, el estudio reveló que en Caracas la primera carrera con más demanda es Diseño Gráfico en todas sus variantes: Diseño Industrial, Diseño de Modas o Diseño de Interiores, acumula 17 % del porcentaje de preferencia entre los consultados. En segundo lugar, está Psicología con 16 %, Medicina también 16 %, Comunicación Social 13 %, Idiomas 12 %, Arquitectura 12 %, Derecho 11 %, Odontología y Administración cada una 10 %; y después otras carreras que están por debajo del 10 %, que "no quiere decir que no importen porque las ingenierías entre todas suman bastante. Suele estar a la cabeza Ingeniería en Sistemas e Informática con 9 %, es la que suele tener más demanda".

En oriente sur es parecido, pero no igual: la primera opción es Medicina con 24 %, 15 % Derecho, 15 % Administración e Informática también con 15 %, luego Comunicación Social con 12 %, Ingeniería 11 %, Psicología 11%, Odontología 10 % y Contaduría con 8 %.

El emprendimiento es una opción poco pensada

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Wald apuntó que durante los últimos diez años, han estudiado cuáles son las actitudes hacia la educación superior.

Se estudió "Cómo evalúan lo que les tocará tras salir del bachillerato. Si quieren o no, y lo primero que encontramos en este último estudio es que los jóvenes que salen de bachillerato quisieran que existieran más variedad de pregrados y ofertas cortas, pero no solo como cursos de inglés, que hay un montón, sino que demandan más ofertas cortas que complementen su formación, mientras estudian una carrera. Esto les permitiría que puedan emprender algún tipo de oficio para cubrir sus gastos y ayudar a su familia, mientras estudian", agregó. "El joven no quiere esperar cuatro o cinco años para esperar a ver cómo produce, sino que quisiera estudiar Derecho o Comunicación Social, pero en el camino poder aprender el lenguaje para hacer páginas web".

A su juicio, son una generación muy abierta a ir complementando su formación, mientras estudian una carrera.

Asimismo, resaltó que estos jóvenes piensan que si bien la mitad aspira ir a una universidad la otra mitad no, porque consideran que es posible formarse sin necesidad de ir a una universidad:

"Estamos frente a una generación para la cual la universidad tiene menos voltaje de lo que era para generaciones anteriores, tenemos jóvenes, por ejemplo, creen que pueden hacer un año de cocina o gastronomía, por un lado, ser asistentes de cocina y además tener un canal de Youtube, por ejemplo. Ese es un proyecto, la universidad ya no es vista como el único lugar en el cual pueden formarse profesionalmente".

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Los consultados tienen baja preferencia por carreras largas.

"Lamentablemente, las carreras técnicas o cortas están muy desprestigiadas, el descenso de la preferencia por carreras largas se ha traducido en la preferencia por la realización de cursos y no de carreras cortas o técnicos. Para ellos tiene más prestigio un diplomado en cocina, que un TSU en Administración de Empresas, a pesar de que el técnico sí está avalado por la Ley de Universidades".

Señaló que ha disminuido el porcentaje de quienes tienen interés por el emprendimiento.

"Hace unos años, vimos como una especie de moda, que todo el mundo quería emprender, pero ahora los chamos prefieren aprender algo y entrar a una empresa a terminar de formarse. En general, sean de 18 o 22 años, se han dado cuenta que hacer tortitas y venderlas en la planta baja de un edificio no es un emprendimiento o alquilar el local de enfrente para vender empanadas, aunque sea un negocio, no es un emprendimiento con un plan de negocios e inversionistas. No quiere decir que no exista una masa de jóvenes que quieran emprender, sino que se han dado cuenta de que no es tan sencillo".

Por último, Wald sugirió a empleadores, padres y representantes que, en lugar de preguntar al estudiante "¿Cuál carrera vas a estudiar?"; le deberían preguntar "¿En qué tipo de trabajo se imagina?".

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"Esto porque con distintas carreras puedes llegar a un mismo trabajo, porque muchas veces se frustran cuando salen y se dan cuenta de que el entorno laboral no es lo que se imaginaron. La recomendación para un joven en los últimos años de bachillerato es que intente tener mucho roce con distintos profesionales, ir a los lugares de trabajo y eso se le ayudará a tener más seguridad de lo que quiere".



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