Imputada del caso Ángela Aguirre desde el INOF: "Mi fe en Dios sigue intacta"

Caracas / Foto Portada: Cortesía.- El pasado 26 de marzo se cumplieron dos años de la muerte de Ángela Aguirre. Su presunto femicidio generó indignación en el país y en la comunidad internacional, luego de que su cadáver apareció flotando en la isla Terecaya. Tres días antes asistió al cumpleaños de José Alberto Cedeño en el Club Ítalo-venezolano en Puerto Ordaz. Una de las siete personas imputadas por la desaparición física de la adolescente es Dayana Nicieza. Desde el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) en Los Teques, donde permanece recluida mientras se desarrolla el juicio, envió una carta a El Cooperante en la que afirma esperar "que Dios haga justicia".

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Pese a que el juicio avanza lentamente por la pandemia COVID-19, los días pasan y Dayana Nicieza y Joselyn Barreto, las únicas dos mujeres involucradas en la muerte están detenidas. El Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) en Los Teques, estado Miranda se ha convertido en "su hogar" desde que fueron trasladadas desde Puerto Ordaz en mayo de 2019.

Nicieza hizo llegar una carta a El Cooperante, en la cual manifestó su agradecimiento a las pocas cosas que puede disfrutar tras las rejas: un rayito de sol, gotas de lluvia para beber y unos granos de arroz.

"Hoy quizás es un día común y corriente para alguien que esté en libertad, para nosotras es distinto, una mezcla de sentimientos invade nuestros corazones, lejos de nuestras familias, apartadas de la sociedad y anhelando llevar una vida normal. A pesar de ello, de tanta injusticia que ha marcado nuestro camino, le damos gracias a Dios por esos granitos de arroz que nos llevamos a la boca, el agua (algunas veces de lluvia) que bebemos a diario, por el aire que respiramos y los rayitos de sol que recibimos a través de las rejas", escribió. "Agradecida también por -al menos- ver el cielo, ver las colinas y escuchar los pajaritos cantar".

Dayana tiene más de dos años sin ver a su hija de 5 años. Tiene un año y 11 meses sin ver a algún familiar debido a que las visitas fueron suspendidas por la pandemia. Pese a esta "inmensa soledad", afirmó que sigue en pie de lucha pese a la sed de venganza y odio de la sociedad que la acusa.

"En medio de tanta tristeza y carencias, existe en nuestro interior la felicidad de tener vida, seguir en pie de lucha y esperando que Dios haga justicia. Diga lo que diga la sociedad y su sed de venganza y odio, les bendecimos porque no saben lo que dicen, ni lo que hacen (como hizo Poncio Pilatos con Jesús)".

Dayana habla en nombre de su compañera de celda y su causa Joselyn y aseveró que después de tanta blasfemia, calumnias e injurias, ambas "están afligidas, más no derrotadas" ya que su fe en Dios está intacta.

"Existe el poder del hombre, el poder terrenal, dejando a un lado las leyes, pero eso no está por encima, no prevalece ante el gran Poder del Padre Celestial; pues así como padecieron Pedro y Pablo en la cárcel, luego fueron bendecidos y exaltados. Así sucederá con nosotras".

Agradeció a sus amigos y familiares por darle fortaleza y por enseñarle que "en esta vida cada quien ocupa un lugar, después solo se quedan temporalmente, son pasajeros, falsos, curiosos y otros. Esos que nos apoyan, que creen en nosotros, en nuestra inocencia, en nuestros principios y valores, que han compartido una risa, un llanto, nuestro cariño...bendiciones para ustedes".

Antes de despedirse, Dayana hizo una recomendación:

"No juzguen, no opinen si realmente no saben, no repitan. Si van a hacer algo que sea de corazón, den gracias a Dios por todo. Nadie está exento de pasar una situación corrupta e injusta como lo es nuestro caso. Dios los bendiga. Dayana Nicieza".

"Una total desconocida"

Dayana no conocía a Angela y tampoco al cumpleañero -José Alberto Cedeño-. Los presentaron ese día. Nicieza estaba tranquila en su casa cuando un viejo amigo la invitó a compartir en el club ítalo. Según contó Aguirre llegó al club con Cedeño, pasadas las 6:00 p.m. y unos minutos después ya estaban abordando la lancha La Kaki rumbo a la isla Terecaya. Todos estaban compartiendo y conversando a la orilla del río, hasta que de un momento a otro, inició el capítulo más tormentoso que ha vivido: Angela había desaparecido.

Tanto Joselyn Barreto como Dayana Nicieza alegan que todo el tiempo que permanecieron en la isla estuvieron acompañadas de otras personas y "ni siquiera cruzaron palabra alguna con Angela".

Dayana fue quien llamó al 911 según consta en el expediente del caso y asistió al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a declarar sobre lo sucedido hasta el día de su detención. Sus familiares han denunciado diversas irregularidades sobre el caso y que "no avanza" porque "hay personas de poder" que quieren mantenerlos privados de libertad, pese a que saben que lo que le pasó a Angela "fue un accidente".

Dayana fue acusada como cómplices no necesarios del delito de femicidio agravado, así como autores de los tipos penales de suministro de sustancia nociva y omisión de socorro.

Hace unos días, la madre de Angela, Yerlis Yaguare solicitó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que garantice el traslado de testigos en Bolívar hacia Caracas, en donde se lleva a cabo el juicio. Debido a la crisis del combustible y los altos costos del pasaje, no pueden pagar el traslado de los testigos por cuenta propia.

"Tenemos testigos muy importantes, pero no tenemos la forma de llevarlos. Pueden cobrarnos de 150 a 200 dólares un solo puesto, y es un gasto imposible de asumir para nosotros”.