Israel promete "desatar el infierno" contra Hamás si no libera a rehenes este fin de semana

Caracas/Foto: Archivo.-  El ministro de Defensa de Israel prometió el miércoles que "se desatará el infierno" para Hamás si no libera a los rehenes este fin de semana como estaba planeado, intensificando las amenazas contra el grupo militante mientras los mediadores trabajan para salvar su cese al fuego.

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Había indicios de que se podían salvar las brechas. La disputa se desató cuando Hamás acusó a Israel de no cumplir con algunos compromisos bajo la tregua, incluida la entrega de tiendas de campaña y otra ayuda, y dijo que retrasaría la próxima liberación de rehenes el sábado.

El funcionario de Hamás Mahmoud Merdawi dijo a The Associated Press que había "señales positivas" de que los tres rehenes serán liberados el sábado, como estaba previsto, pero que el grupo aún no ha recibido un compromiso de Israel de que se adherirá al acuerdo.

Un funcionario egipcio con conocimiento de las conversaciones dijo que las dos partes estaban cerca de un acuerdo. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir negociaciones privadas, dijo que Israel se había comprometido a entregar más tiendas de campaña, refugios y equipo pesado a Gaza.

Funcionarios israelíes no hicieron comentarios de inmediato. Israel dice que está cumpliendo con sus obligaciones bajo el acuerdo, que entró en vigor el 19 de enero y ha pausado la guerra de 16 meses en Gaza, dando un respiro a cientos de miles de palestinos.

En la actual primera etapa del alto el fuego, que durará 42 días, Israel entregará grandes cantidades de ayuda. Hamás debe liberar a 33 rehenes tomados durante su ataque transfronterizo del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra. Se dice que ocho de ellos están muertos. Veintiún han sido liberados hasta ahora, junto con cientos de prisioneros palestinos de la custodia israelí.

Amenazas comerciales entre Israel y Hamás

La amenaza de Hamás de retrasar la liberación de los rehenes desató la furia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien prometió reanudar los combates si Hamás no cumplía y ordenó que se reforzaran las tropas alrededor de Gaza. Se retiraron de las zonas pobladas del territorio durante la cesación del fuego.

El miércoles, el ministro de Defensa, Israel Katz, dijo que se estaba haciendo eco del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al amenazar con que "se desatará el infierno" si no hay liberación de rehenes el sábado, como estaba planeado.

"Si Hamás deja de liberar a los rehenes, entonces no hay acuerdo y hay guerra", dijo durante una visita a un centro de comando militar. Dijo que la "nueva guerra de Gaza" no terminará hasta que Hamás sea derrotado, lo que permitiría hacer realidad la "visión" de Trump sobre la transferencia de la población de Gaza a los países vecinos.

El portavoz de Hamás, Hazem Kassem, rechazó "el lenguaje de las amenazas de Estados Unidos e Israel" y pidió a Israel que implemente los términos del acuerdo de alto el fuego. Entre otras afirmaciones, Hamás dice que Israel no está permitiendo un número acordado de tiendas de campaña, casas prefabricadas y maquinaria pesada en Gaza.

Las declaraciones de Trump ponen a prueba la delicada tregua

La estabilidad del cese al fuego también se ha visto sacudida por Trump, quien ha propuesto reubicar a los palestinos de Gaza en los países árabes vecinos para que Estados Unidos pueda "poseer" y reconstruir el territorio, no necesariamente para sus habitantes actuales.

Jordania y Egipto, donde Trump quiere que los palestinos sean trasladados, han rechazado repetida y vehementemente la propuesta. El rey Abdalá II de Jordania volvió a hacerlo tras su reunión con Trump en la Casa Blanca el martes.

Trump también ha sugerido que Hamás libere a todos los rehenes que aún no han sido liberados bajo la primera fase del alto el fuego de una vez, lo que envalentonó a Israel para pedir que se libere a más rehenes el sábado. Los lanzamientos han sido graduales y casi semanales hasta ahora.

La última disputa de alto el fuego se produjo cuando se esperaba que Israel y Hamás comenzaran negociaciones sobre una segunda fase del acuerdo, que extendería la tregua, provocaría la retirada total de las tropas israelíes de Gaza y la liberación de los rehenes vivos restantes.

Pero parece haber habido pocos avances en esas conversaciones.

Netanyahu está bajo presión de sus socios políticos, en los que confía para mantenerse en el poder, para reanudar la guerra después de la primera fase. Pero también se enfrenta a la creciente indignación de muchos israelíes, que están sorprendidos por la condición demacrada de los tres rehenes liberados el sábado pasado y quieren que cumpla con el acuerdo.

AP