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La Lupa

La hora de Primero Justicia: ¿Qué implica lo acordado?

La carta de Capriles generó un debate dentro de PJ. El 13 de octubre el partido publicó lo que fueron las conclusiones de la plática política interna. En 5 puntos, buscó conciliar las diferentes visiones. Las regiones tuvieron un peso para canalizar las divergencias entre Borges y Capriles. El reto de PJ será cómo llevar a la práctica los 5 puntos y si realmente tendrá la fuerza para sostenerlos cuando comience la etapa de “la espiral del silencio” porque, salvo error de mi parte, todo apunta a que la oposición que representan Machado, Borges, y López se embarcó ya en la ruta “Interinato parte II” -ahora con un “presidente electo”- no sé si con la anuencia de toda la oposición o con su silencio como fue en 2019 para hablar cuando ya sea demasiado tarde

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Caracas/Foto: Getty Images/EFE. En mi artículo del lunes de la semana pasada para El Cooperante abordé la carta que Capriles envió a la dirección nacional del partido. La hipótesis principal para explicar la carta es que el vacío que deja la estrategia “de la presión y el quiebre” -que ofreció resultados luego de las elecciones presidenciales- comienza a llenarse con diferentes iniciativas opositoras. Capriles no quiere repetir la experiencia de 2020: no estar de acuerdo con esa estrategia, pero la aceptó. Cuando quiso salirse de ella durante las parlamentarias de 2020, no pudo. Todos los factores de poder de la oposición comprometidos con una estrategia que no produce lo que ofrece desde 2013, y eso que ha tenido todas las oportunidades y poder ¡Nada más y nada menos que el apoyo total de Trump y su gobierno, con una flota naval en el Caribe y un “ramson” por Maduro! Quienes celebraron al republicano en ese entonces hoy nos advierten que es “un peligro para la libertad” con ese tono de “venezolanos respetables y liberales” que ahora han adoptado, y que no les queda bien, de paso, porque no son así realmente. Son autoritarios.

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A pesar del “damage control” de cierta oposición en redes sociales para restarle importancia, la misiva catalizó una discusión dentro del partido. Se discutió y en un tuit del 13 de octubre, PJ resumió lo puntos principales de la conversa interna.

Entro en un terreno desconocido. No soy “PJtólogo” como no pocos dicen ser en tuiter, para variar. Expertos en todo. Todos militaron en el partido, todos conocen la historia, todos tienen un “panita” dentro de la organización. En mi caso, ni un “panita”. Así que mi análisis puede estar errado por mi desconocimiento de la vida interna de ese partido.

El debate dentro de PJ se dio al modo de la oposición: los “hombres y mujeres sensatos”. Como Putin, se ufanan de no molestarse porque “es señal de debilidad”. Así que luego del brete que gatilló la carta de Capriles, el silencio. Incluido el de éste. Se discutió, pero no sé realmente de qué se habló. Se avisó de dos propuestas y que la que se aprobó fue la presentada por las regiones, que no es una mala señal en el sentido que los estados deben tener más pie a tierra que Caracas o que la dirección nacional.

Quizás las regiones hicieron el papel que debió hacer la presidencia de ese movimiento: tener imparcialidad y eficacia, que no mostró en la crisis, ni antes ni después. No vale el “hay un trabajo que no se ve”, que es la excusa para justificar cualquier cosa.

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En un tuit sobre la acción de Israel contra Hamás, Pérez Reverte comentó algo que me puso a pensar y creo es cierto: periodistas con personalidad no existen. Famosos pero que no son capaces de darse su puesto, aunque tienen la oportunidad. No sé si sea el síndrome de ser imbécil del que escribió Rosa Montero para retratar un proceso similar (“Cómo convertirte en un imbécil”): lo que hay son famosos e influencers pero que no tienen personalidad. Son unos pequeños reyes y reinas protegidos por admiradores digitales. Si uno observa a famosos e influencers de tuiter Venezuela, concluye que Montero tiene razón en su hipótesis.

Lo anterior porque si eres presidente de un partido date tu puesto para canalizar una divergencia. No esperar a que estalle la crisis para actuar o salir con alguna declaración “sensata” que ahora es el nuevo modo de la oposición. Quizá fue mejor lo que pasó porque le dio un tratamiento diferente a la carta de Capriles con otros actores dentro de PJ.

Probablemente las regiones fueron la balanza para evitar la ruptura entre la visión de Borges y la de Capriles. En el tuit mencionado, el partido acordó los siguientes puntos:

“1.El fortalecimiento del Liderazgo Opositor.

“2.La consolidación de la Estructura de Toma de Decisiones.

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“3.Innovar en la Presión Interna y Externa.

“4.Reforzar la Unidad y la Soberanía Popular.

“5.Defender de la Soberanía Nacional, la publicación de las Actas y la auditoría transparente de los Resultados del 28 de julio”.

Los puntos 1 y 2 parecen ser los relacionados a la carta de Capriles. Los puntos 3 y 4 los vinculados a Borges. El punto 5 uno de consenso con las dos visiones (Capriles y Borges). Veamos.

Los puntos 1 y 2 se refieren a la crítica que el exgobernador hizo en su carta. El 1 habla de fortalecer el liderazgo opositor, pero no menciona a uno en particular o es exclusivo para María Corina. Es “el liderazgo opositor” no el de “la líder de la oposición” o algo así.

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El punto 2 es sobre la toma de decisiones, que fue el meollo de la comunicación de Capriles, aunque se refirió a PJ. Se puede entender como que el cogollo que denunció domina en PJ será revisado o, mejor dicho, ampliado. Se mantendrá el grupo para decidir, pero será más amplio en su integración.

Aquí puede entrar lo planteado por Guanipa en un tuit a propósito de la carta del excandidato. El “centro ideal” para coordinar las acciones de la oposición: MCM + EGU + Plataforma unitaria. Centro que no existe.

Los puntos 3 y 4 son los cercanos a Borges. Es curioso pero los puntos mencionan al 28 de julio solamente al final.

El punto 3 es afirmar la estrategia de la oposición, aunque la promovida por cierta oposición pero que domina: la famosa “presión interna y externa”.

El tuit de PJ habló de no repetir sino de innovar con lo que se pensaría se pudo acoger la crítica que la estrategia de presión no ha resultado hasta los momentos. Se aplica desde 2013 como estrategia y no hay “innovaciones”, solo repetir la receta de analistas y politólogos serios de la oposición que, por lo visto, “van para el desquite” el 10 de enero.

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Hoy, la estrategia es lograr que países reconozcan a Edmundo González Urrutia (EGU) como presidente electo, y eso produzca la presión que traiga la fractura “de aquí a enero” (como afirmó Julio Borges en una entrevista publicada por La Patilla el 18 de octubre). Cuando hablo de países, son sus gobiernos.

Es importante este reconocimiento al marco temporal, “de aquí a enero”. La oposición está en esta estrategia y queda ver si el punto 3 del acuerdo de PJ es como lo plantea Borges en la entrevista citada o es en otro sentido. La visión del grupo Machado es la señalada por Borges, y es la que buscará imponerse en la oposición. Ya lo hace con el chantaje de “los que quieren pasar la página” para lograr el silencio, nadie cuestione, y el miedo a ser destrozado por los portales y el “periodismo de la causa” que Capriles denunció en su carta, pase por “unanimidad y tener foco”.

Hay otro punto que es el tema de cuál oposición, que no es nuevo. En la entrevista en La Patilla Borges afirmó que, “En lo que quiero alertar a la opinión pública: es que este movimiento de cooptar a Primero Justicia por parte de la dictadura es una autopista para someter a toda la oposición. No es un tema interno, es contra toda la unidad y sus organizaciones. Al final el régimen quiere dividir a la oposición entre los que reconocen a Maduro y coexisten con ellos y los que no, quienes debemos ser excluidos de participar en política”.

Es el tema del reconocimiento al gobierno. El grupo Borges está en la tesis de la capitulación. Es decir “garantías mutuas” para que se vaya, sin quedar claro el día después ¿Existirá el PSUV por ejemplo en condiciones de igualdad?

Capriles probablemente quiera lo mismo, pero reconoce al chavismo el día después. Es decir, no es capitular sino coexistencia o convivir, aunque el ejecutivo abandone el poder. Coexistencia con el PSUV “de arriba” no con la “disidencia” que será presentada como el chavismo de verdad. También es una sutil diferencia ¿Garantías mutuas solo para que el PSUV se vaya y su existencia quede en un limbo o garantías mutuas para que se vaya, pero su existencia esté realmente garantizada? Otra sutil diferencia. 

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Borges tiene un punto en su explicación. Efectivamente el ejecutivo quiere excluir al sector Machado de la política y eso es un tema grueso para el sector Capriles que no debe aceptarlo, pero tampoco tiene una fuerza o capacidad para ser la oposición reconocida por el ejecutivo ni por los opositores, ni para evitar el autoritarismo del ejecutivo. De aquí que el grupo Machado defienda su primacía dentro de la oposición. La tiene efectivamente, pero comienza a ser disputada por el fracaso en la estrategia de la “presión y el quiebre”. Es una situación tipo “Catch-22” para Capriles: no puede dejar a la oposición Machado para complacer al gobierno, pero ésta tampoco va a cambiar porque es “hasta el final”. Luego, no hay salida. Es el punto que plantea Borges y que lo acordado por PJ no resuelve -al final, hacerlo es una “Decisión Netanyahu”: o quedas bien o quedas mal- aunque aprobó una suerte de “camino intermedio” que es el punto 5.

Quedará ver si el partido tiene personalidad política. Los puntos acordados sugieren “no pasar la página”, pero no en el sentido que Machado lo quiere ¿Podrá PJ resistir la presión cuando se acerque el 10 de enero y lo inviten a una estrategia que visto lo publicado el 13 de octubre no es la que María Corina busca aunque pudiera ser (aquí está lo ambiguo de la redacción de lo acordado)?

El punto 4 es mencionar al 28 de julio sin decirlo. Es la “unidad y soberanía popular” consignas del grupo Machado.

El punto 5 es uno intermedio, como se dijo. Llama la atención que no habló que países reconozcan a EGU como presidente electo. Solo habla de “defender la soberanía popular”. Pero la petición que se mantiene y reivindica -a mi modo de ver, es lo correcto- es la original luego del 28 de julio que luego mutó a “reconocer a EGU como presidente electo” (esta es la trampa que la oposición Machado comienza a construir con el chantaje de “pasar la página” que hace con los imbéciles que tiene en tuiter para seguir la figura de la que escribió Rosa Montero).

La trampa es la siguiente: pasar de la posición original que es publicar los resultados de manera desagregada y que sean verificables al invocar a un “presidente electo” que se va a juramentar el 10 de enero, aunque no ha sido certificado por nadie porque ni la OEA, ni el Carter, ni Gangi certifican. Buenísimo que agregaron los resultados porque hay un baremo para afirmar que, salvo mejor información por parte del CNE el que no ha cumplido la sentencia del TSJ del 22 de agosto, EGU sacó la mayoría de los votos, pero eso no equivale automáticamente ser “presidente electo” con la fuerza jurídica y política que da una certificación que es lo que el grupo Machado vendió durante la campaña como su capacidad distinta al resto de la oposición –“tibios y cohabitantes”- para hacerla efectiva: ganar y que la victoria fuera reconocida. Las evidencias indican que EGU ganó, pero el reconocer que era y es el trabajo político, la oposición Machado no lo logró a pesar que habló -en ese tono dramático que le encanta- de “complejas negociaciones” con el chavismo para alcanzarlo. El paso del tiempo demostró que no hubo y ni hay tales negociaciones, ni simples ni “complejas”. De acuerdo a Diosdado Cabello en su programa del 16-10-24, la “única negociación con María Corina es que se entregue”. 

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Son diferencias sutiles pero importantes. Una cosa es demandar los resultados del 28 de julio -para mí es “no pasar la página”- y otra asumir que esa etapa pasó, y ahora se está en la del “presidente electo” para justificar un “interinato parte II” en la idea que, ahora sí, el “madurismo” está debilitado, que es “meter otra página”.

El ejemplo que leo en redes sociales es la designación de Alex Saab y la salida de Tellechea como evidencia de esa debilidad, y que “Saab se impone a Delcy”, así como los cambios en el alto mando militar -será mi próximo artículo para El Cooperante- son porque “Diosdado gana espacio”.

Al menos cambiaron la famosa pelea de “Diosdado con Nicolás” gran tesis que la oposición compró como lo hizo con los famosos “compañeros de promoción de Diosdado” que sacarían a Maduro para favorecer al hoy ministro del interior. En fin, la oposición en su mundo de fantasías pero que venden los “hombres y mujeres serios, que saben a lo que se enfrentan, y no son tibios”, aunque cargan el fracaso a cuestas, que paga toda la oposición, aunque ese sector está muy bien en la tiranía, con sus grandes vidas en la “paz autoritaria” que detestan. 

La oposición parece embarcada en su estrategia para explorar si puede producir el “quiebre” de aquí a enero de 2025. Leopoldo López dejó ver una suerte de gran movilización el 10 de enero para “aumentar la presión al régimen” y juramentar a Edmundo González Urrutia (EGU).

Esta es la estrategia ahora. En la entrevista publicada por La Patilla, Julio Borges la puntualizó de manera precisa. Indicó que, “Asimismo, tenemos que seguir construyendo con Edmundo y María Corina una coalición internacional para el reconocimiento de ese triunfo histórico y para poner mayor presión sobre la dictadura con el propósito de que se dé una fractura de aquí a enero y con ello se dé inicio a un proceso de transición ordenada” (subrayados nuestros). Este es el “foco”: el “quiebre de aquí a enero”. Van a llevar a la oposición a ese terreno.

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Incluso hacer “presión” con cosas tontas como, por ejemplo, poner en medios que Amoroso desapareció -para dar a entender que ni “Amoroso está con el fraude”- el gobierno seguro notó esa jugada, escondió al presidente del CNE para darle impulso al rumor, y luego el presidente del CNE apareció en un acto el día 15-10-24 y los opositores sorprendidos y desmentidos (como siempre).

La oposición sigue en la construcción de su “casus belli”. El Comando Venezuela fue a la OEA a presentar un informe técnico acerca de los resultados del 28 de julio. Luce que la matriz para justificar una acción contra el gobierno se elabora. La FFM concluyó que Maduro “cometió crímenes de lesa humanidad” durante las elecciones y en las protestas por los resultados. Pastrana nuevamente con el tema de Maduro y Cabello como Escobar y el Chapo Guzmán en un evento en el que María Corina participó. Salió un documental titulado “Todos lo saben”. Igualmente, una cuña en la que presentan a EGU como “presidente electo en el exilio” y a María Corina como “líder mundial en el exilio” (no sé si Havel se presentó en algún momento como “líder mundial en el exilio”). Miguel Henrique Otero se adelantó con un programa de gobierno para EGU en un artículo con fecha 20-10-24 en el Nuevo Siglo de República Dominicana. Todos se preparan para la famosa “transición”

Hacia esto vamos en la oposición. Sus promotores comienzan la construcción para justificarlo. Pasarán sus grandes navidades en “tiranía” -de eso que nadie tenga duda, ya se les ve con suculentos platillos que exhiben en tuiter y apenas estamos en octubre- y aparecerán los batallones de destroza personas y reputaciones de tuiter -los imbéciles de los que habla Rosa Montero- para promover la espiral del silencio y todo el mundo acepte una estrategia que fracasará para evitar que le digan ya no “cohabitante”, “pret a porter” y otras exquisiteces popperianas, sino “quieres pasar la página” que es la nueva forma para decir “colaboracionista, normalizador, lobista, propagandista”.

En tuiter, los felicitadores de siempre celebrando la visita de EGU a Portugal y asumieron que el Estado luso reconocerá a EGU. Otra vez el cuento de la “coalición de países”. Lo cierto es que en dos debates -16 y 18 de octubre respectivamente- el parlamento de ese país rechazó reconocer a EGU como tal. Se quedaron en lo que es lógico, “Insistimos a las autoridades de Venezuela que publiciten las actas. Sólo así estaremos en condiciones de conocer o reconocer cualquier victoria electoral. Es así en cualquier democracia”. Por supuesto, los famosos, influencers, y el “periodismo de la causa” de cierta oposición no comentaron el hecho.

La carta de Capriles catalizó la discusión dentro de PJ. El partido buscó consensos o puntos de acuerdo para evitar la ruptura. Posiblemente las regiones mediaron y, como señaló el partido, presentaron una propuesta que persiguió combinar las dos visiones, la de Borges y la de Capriles.

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Lo interesante será cómo se traduce en políticas o en política los 5 puntos, en su desarrollo en el día a día. Es una hoja de ruta de consenso para no separar al partido, pero que requiere de un desarrollo al detal que es lo que se verá si PJ lo puede realizar.

Salvo un error de mi parte, interpreto la posición del partido como ratificar la lucha por los resultados del 28 de julio -el punto 5 del tuit del 13 de octubre- pero no por una estrategia para juramentar a un “presidente electo” que las evidencias sugieren que ganó pero que no ha sido certificado.

Lo que hay que lograr, en todo caso, es la certificación y eso, de paso, no excluye otras formas de lucha, que es parte de la trampa de la oposición Machado: si hablas de las elecciones de 2025 o llevar tu voz dentro del sistema autoritario -como hace Centrados al ir a la discusión sobre reformas a leyes políticas en la AN- es porque “quieres pasar la página” y no “tienes foco”. Quieren hacer excluyentes cosas que no lo son justamente para mantener su poder político. 

Veremos -cuando llegue ese momento, que vendrá- si PJ tiene personalidad o la siquitrillan y la ponen en la esquinita de siempre, calladita, junto a Capriles también tranquilito, para hablar cuando ya sea demasiado tarde.



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