La "mafia Paypal" desentierra las raíces fascistas de Elon Musk

Caracas/Foto: AFP. Difícil suponer si habrá un choque de trenes entre Donald Trump y Elon Musk, dos ególatras con un posible trastorno de personalidad narcisista y quienes han logrado mantener a Estados Unidos -y buena parte del planeta-, pendientes de lo digan o hagan, una de las mayores ambiciones a la que aspiran los que pertenecen a ese espectro. 

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Lo cierto es que a escasos días de asaltar la Casa Blanca por las buenas, los titulares  mantienen a ambos de protagonistas en la cresta de la ola: desde aquel donde Elon Musk ridiculizó a una persona ciega en X hasta cómo el Departamento de Eficiencia Gubernamental que dirige busca acceso a los datos personales de los contribuyentes. Un escándalo  que rivaliza con las declaraciones de Trump, quien ahora considera que los medicamentos psiquiátricos y para bajar de peso "son amenazas para los niños" y se presenta en el circuito de carreras de Daytona Beach acompañado de una de sus nietas pequeñas, en un afán obvio por emular la conducta de Musk hace pocos días en la Casa Blanca cuando se mostró cargando a su hijo menor, convertido en la verdadera estrella mediática ese día.

Pero en paralelo se va develando una  leyenda negra sobre Elon Musk, atacado en demasiados frentes, incluyendo a quien fuera su mejor amigo, Phillip Low, CEO y fundador de Neurovigil, empresa que contó con Musk como uno de sus principales  inversionistas. Low escribió recientemente en su cuenta de Facebook que Musk es un "impostor total, miserable y que se odia a sí mismo". De hecho, Low reveló que mantuvo una relación de amistad con Musk por más de 14 años, que ambos tenían padres violentos que perdieron sus fortunas y que ambos sufrieron acoso en la escuela. Todo ello para  dejar evidencia de por qué  describe a Musk como egocéntrico (“Elon cree que está por encima de todos los demás... Todo lo que hace Elon tiene que ver con adquirir y consolidar el poder. Por eso le gustan los partidos de extrema derecha”) y también lo acusó de usar X para empujar a la gente hacia “la extrema derecha” en todo el mundo y a ello se debió los dos saludos nazis que hizo durante  la investidura del presidente Donald Trump.

Y si bien el hombre más rico del mundo insistió en que no estaba tratando de hacer un saludo  nazi, el periodista británico Chris Mcgreal ha hurgado en sus raíces sudafricanas, durante la era del apartheid, para llegar a la conclusión de que Elon Musk es parte de lo que denomina la “mafia de PayPal”, el grupo de multimillonarios con raíces en Sudáfrica bajo el gobierno blanco, cuyos integrantes fueron educados con ideales fascistas y ahora tienen una gran influencia en la política de Estados Unidos.

La lista de estos mafiosos, según el periodista británico, la encabeza Peter Thiel, un multimillonario capitalista de riesgo nacido en Alemania y cofundador de PayPal, "que se educó en una ciudad del sur de África en la década de 1970, donde Hitler todavía era venerado abiertamente. Thiel, un importante donante de la campaña de Trump, ha criticado los programas de bienestar social y el hecho de que se permita a las mujeres votar por considerar que socavan el capitalismo".

Lo sigue David Sacks, exdirector de operaciones de PayPal y  uno de los principales recaudadores de fondos de Trump. "Nació en Ciudad del Cabo y creció dentro de la diáspora sur africana después de que su familia se mudara a los EE. UU. El cuarto miembro de la mafia, Roelof Botha, es nieto del último ministro de Asuntos Exteriores del régimen del apartheid, Pik Botha, quien fue  director financiero de PayPal y ha mantenido un perfil político más bajo, pero sigue siendo cercano a Musk". 

"Para aquellos que buscan unir los puntos, asegura el periodista, hay material de apoyo de la vida temprana de Musk bajo la influencia nazi, cuyo abuelo neonazi se mudó de Canadá a Sudáfrica porque le gustaba la idea del apartheid".

La Sudáfrica en la que nació Musk, en 1971, estaba dirigida por un primer ministro, John Vorster, que había sido general de una milicia fascista. De modo que en las escuelas sudafricanas se enseñaba "la educación nacionalista cristiana", donde los blancos descendientes de colonizadores holandeses eran las verdaderas víctimas de los conflictos de Sudáfrica y estaban de acuerdo con el apartheid "para proteger su cultura e incluso su propia existencia".

El padre de Musk, Errol, estaba en el negocio de la minería donde se explotaba terriblemente a los negros. "Una vez se jactó de que su participación en las minas de esmeraldas de Zambia le hizo ganar tanto dinero que ni siquiera podíamos cerrar nuestra caja fuerte. La madre de Musk, Maye, ha dicho que la familia poseía dos casas, un avión, un yate y un puñado de coches de lujo.

Era hija de Joshua Haldeman, quien se mudó de Canadá a Sudáfrica en 1950 porque le gustaba el gobierno del apartheid recién elegido. Años atrás, fue el líder de un movimiento político marginal originado en los EE. UU., Technocracy Incorporated, que abogaba por la abolición de la democracia en favor de un gobierno de técnicos de élite, pero que adopta matices de fascismo con sus uniformes y saludos".

Una idea que, vista hoy, no luce tan descabellada desde la perspectiva Trump-Musk.