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La Lupa

La oposición debe evitar un nuevo fracaso: El venezolano está cansado de la simbología

Un sector de la dirigencia venezolana se ufanó de la creación de un “gobierno” paralelo en el año 2019 liderado por Juan Guaidó, actual profesor de transiciones políticas del centro Adam Smith de la FIU (Florida International University). Esta plataforma mediática logró mercadear supuestas soluciones definitivas a la crisis venezolana a través de consignas dirigidas a la comunidad internacional y una gran operación de propaganda, pero era evidente que este conglomerado de personas no tenían ningún tipo de capacidad de ejercer el poder político sobre Venezuela

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Caracas/Foto: AP. La imagen y percepción que se está construyendo sobre la política opositora hoy desde Madrid contribuye a reforzar los aspectos negativos que quedaron del pasado y que son bastantes conocidos por todos los venezolanos. No se ha terminado el 2024 y ya están reeditando las mismas maniobras que le dieron vida a esa película que se llamó “Gobierno Interino”. Hoy la desconexión estratégica entre los dirigentes opositores que residen en la capital española y los que viven en Caracas es proporcional a los 6.990 kilómetros que separan a estas dos grandes ciudades.

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Leopoldo López, Antonio Ledezma, el partido político español VOX, grupos de extrema derecha, sanciones económicas, eliminación de vuelos directos, cierre de embajadas, auto proclamaciones, consultas populares y la aparición repentina de mercenarios norteamericanos proponiendo invasiones sobre el territorio venezolano no es algo distinto. Son los mismos movimientos y propuestas que arrastraron a la oposición a grandes fracasos y a un largo periodo de estancamiento político. Hay que recordar que estos dos dirigentes políticos le insistieron durante años a la administración de Donald Trump la ejecución de una intervención militar y un paquete de sanciones económicas hacia Venezuela como parte de la supuesta estrategia de aislamiento y “máxima presión”.

Un sector de la dirigencia venezolana se ufanó de la creación de un “gobierno” paralelo en el año 2019 liderado por Juan Guaidó, actual profesor de transiciones políticas del centro Adam Smith de la FIU (Florida International University). Esta plataforma mediática logró mercadear supuestas soluciones definitivas a la crisis venezolana a través de consignas dirigidas a la comunidad internacional y una gran operación de propaganda, pero era evidente que este conglomerado de personas no tenían ningún tipo de capacidad de ejercer el poder político sobre Venezuela, todo esto a pesar del control que existió sobre empresas venezolanas como Citgo y Monómeros cuya administración siguen generando dudas hasta el día de hoy. Luego de cuatro años todo termino un 30 de diciembre del 2022 a través de una reunión virtual por Zoom donde 72 exparlamentarios votaron a favor de bajar la Santamaria y apuntar a recuperar la confianza perdida en la ciudadanía. La mira estaba puesta en la campaña a las presidenciales del 2024.

Hay muchos acontecimientos que quedan por fuera pero no interesan revisar en este momento, más allá de recordar todas las anécdotas políticas de ese periodo de estancamiento. Hoy la dirigencia venezolana y la ciudadanía se cuestiona las similitudes políticas que están dando desde Madrid los mismos actores de siempre. Mientras ese sector de la política tradicional recibe aplausos, solidaridad, atención mediática y reconocimientos simbólicos, el venezolano de a pie siente y comprueba que esto parece hoy más de lo mismo. El sentimiento de cambio se va disipando no solamente a medida que Nicolás Maduro se mantiene en el poder sino también en aquellas consignas que juran compromiso histórico y democrático desde el hermoso barrio de Salamanca en Madrid.

Vamos a lo estratégico y a plantear algunos dilemas. ¿Cómo adquiere valor político real una juramentación de Edmundo González si las instituciones y las Fuerzas Armadas no reconocen su triunfo? ¿Cuáles dirigentes asumirán el costo político de acompañar a María Corina Machado en un planteamiento que tiene pocas posibilidades de éxito? El gobierno anunciará próximamente las fechas de la nueva elección y vale la pena pregunta ¿Volverán los llamados a la abstención y las amenazas sobre aquellos que aspiren a un cargo público dentro de la oposición? ¿Condicionará el gobierno la posibilidad de participar en elecciones a quienes reconozcan a Nicolás Maduro como presidente electo? ¿Con que CNE se darán las próximas elecciones? Estas son algunas preguntas que la dirigencia opositora deberá responder a tiempo, con honestidad estratégica y verdadera comprensión del contexto geopolítico actual, muy diferente al de hace años. Repetir la misma película de un gobierno paralelo solo le conviene a los mismos productores y directores. Ellos si saldrán “cobrando”.

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