La producción petrolera en Venezuela aumentó en febrero de 2024, según informe de la OPEP

Caracas / Foto Portada: archivo.- El informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) correspondiente a febrero de 2024 reveló un aumento en la producción de petróleo de Venezuela.

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El informe, publicado en la página web de la OPEP el martes 12 de marzo, precisa que, según las fuentes primarias, es decir, el Ministerio de Petróleo, la producción en el segundo mes de este año fue de 877.000 barriles diarios (b/d), 4,28 % más que el mes anterior cuando fue de 841.000.

El documento también detalla la producción petrolera, según fuentes secundarias, que no provienen directamente del gobierno venezolano. Este reporte arroja una producción de 820.000 barriles diarios, 1,99 % más que en enero de 2024, cuya producción fue de 804.000.

Esta tendencia positiva en la producción petrolera venezolana es una noticia esperanzadora para la economía del país, que depende en gran medida de la exportación de crudo.

Es importante destacar que la producción de petróleo de Venezuela aún se encuentra por debajo de los niveles previos a la crisis económica que comenzó en 2014. En ese entonces, el país producía alrededor de 3 millones de b/d.

Autoridades venezolanas proyectaron a inicios del año 2023 que podrían cerrar con una producción superior a los 2 millones de barriles diarios, meta que hasta la fecha no han podido cumplir. Nicolás Maduro continúa con la promesa de mejorar la industria petrolera y la economía del país.

Vale recordar que el 15 de enero de este año, Maduro presentó ante la Asamblea Nacional el balance de su gestión en el año 2023 y aunque no ofreció mayores detalles del panorama económico del país, indicó que a partir de las sanciones Venezuela dejó de producir 3.9 millones de barriles de petróleo, lo que costó un ingreso de 323 mil millones de dólares.

Maduro se afincó en la “agresión y la guerra económica” para justificar que la producción petrolera cayó 87 %. Dijo que se cerraron las puertas de todos los equipos petroleros, llegando a su nivel más bajo en 2020 con 330 mil barriles diarios frente a los 2.5 que se producían en 2015.

El gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado sus esfuerzos para contrarrestar el impacto de las sanciones internacionales sobre la industria petrolera venezolana, buscando nuevas estrategias para reactivar la producción y captar inversiones.

Acuerdos estratégicos

A finales de agosto de 2023, las petroleras europeas Eni y Repsol anunciaron planes para ampliar un acuerdo de intercambio de petróleo por deuda con Venezuela, con la aprobación de Estados Unidos. Este acuerdo busca suministrar productos refinados a la estatal PDVSA e impulsar las entregas de crudo a Europa.

En 2022, Maduro firmó un pacto de 20 años con Irán para colaborar en los sectores petrolero, petroquímico y de defensa. Este acuerdo busca fortalecer la cooperación técnica y acceder a nuevas tecnologías para la producción y refinación de crudo.

A finales de 2022, el gobierno venezolano suscribió acuerdos con Chevron luego de que Estados Unidos autorizara a la compañía a retomar sus operaciones en el país. Este acuerdo, aunque limitado, permite a Chevron impulsar la producción y aliviar la escasez de combustible en Venezuela.

El gobierno ha implementado la venta de crudo con descuento a algunos países para atraer compradores y mantener el flujo de ingresos.

La triangulación en la venta del hidrocarburo ha sido otra estrategia para evadir las sanciones. En este esquema, Venezuela vende petróleo a un intermediario, que luego lo coloca en el mercado internacional, ocultando el origen del crudo.

A pesar de estas estrategias, la industria petrolera venezolana aún enfrenta grandes desafíos, como la falta de inversión, la deteriorada infraestructura y la escasez de mano de obra calificada.

El éxito de las medidas implementadas por el gobierno dependerá de la capacidad para atraer inversiones, mejorar la gestión de PDVSA y mantener la cooperación con actores internacionales.

El futuro de la industria petrolera venezolana es incierto, pero las nuevas estrategias podrían ser un paso en la dirección correcta para reactivar la producción y reconstruir este sector vital para la economía del país.