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La Lupa

La Vanguardia y The Guardian abandonan Twitter por promover teorías de ultraderecha

Dos de los diarios más importantes de Europa, The Guardian y La Vanguardia, retiraron sus cuentas de Twitter luego del nombramiento de Elon Musk en el Departamento de eficiencia del Gobierno de Donald Trump. The Guardian la calificó de "plataforma tóxica y racista" y La Vanguardia como  "una caja de resonancia de las teorías de la conspiración y la desinformación". Mientras quedó demostrado que dos de los inversores de X son hijos de oligarcas rusos, muy amigos de Putin

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Caracas/Foto: Cortesía. Racista, misógina, una red tóxica de desinformación y teorías conspirativas: de todo esto y mucho más adjetivan a X, la plataforma de Elon Musk, quien parece haber cobrado sus intenciones con mucho poder político, el único que no tenía.

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El hoy flamante funcionario de la próxima administración de Donald Trump en el Departamento de Eficiencia del Gobierno -encargada de despedir trabajadores para achicar la burocracia-, utilizó su red como plataforma política desde donde permitió, según los diarios The Guardian y La Vanguardia, expandir teorías conspirativas de ultraderecha para captar votos a favor de Trump.

El diario británico The Guardian cuestionó su injerencia en las elecciones de Estados Unidos acusándola de "plataforma tóxica" y de difundir contenido con "teorías conspirativas y racismo", mientras el periódico español 'La Vanguardia', uno de los más veteranos de España, anunció que abandonará su cuenta en X "por haberse convertido en una "caja de resonancia de teorías conspirativas y desinformación".

Ambos diarios coinciden en que las ideas que ha difundido X atentan contra los derechos humanos, como el odio a las minorías étnicas, la misoginia y el racismo, donde adquieren "viralidad" mientras captan más tiempo de los usuarios fanáticos, lo que les permite ganar más dinero en publicidad.

La información se conoce luego de que, días atrás, Elon Musk se viera obligado a revelar la identidad de los inversores de su plataforma debido a una demanda judicial. Lo que permitió develar que en una de esas empresas, llamada 8VC, aparecen en el equipo gerencial dos hijos de dos de los oligarcas rusos más cercanos a Vladímir Putin y sancionados por los países occidentales  a raíz de la invasión a Ucrania: se trata de Denis Aven y Jack Moshkovich, hijos de los oligarcas rusos sancionados Petr Aven y Vadim Moshkovich. 

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Tanto Denis como Jack han hecho sus carreras en Estados Unidos, lo cual no los exime de sospechas. Hace poco, el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad publicó  un boletín en el que advierte a las empresas emergentes de Silicon Valley sobre actores extranjeros que utilizan acuerdos de inversión para explotar datos confidenciales.

Sobre Elon Musk llueven las especulaciones. Para algunos ha resultado sospechoso que cuatro horas antes de que se hiciera oficial el triunfo de  Donald Trump, Musk lo anunciaba en su plataforma X publicando una foto de sí mismo sosteniendo un lavamanos que fue la misma que usó cuando adquirió X como señal de triunfo: "Que se asimile", escribió. Y apareció luego del triunfo en la foto familiar.

“Tenemos que proteger a nuestros genios, no tenemos tantos”, dijo Trump sobre quien donó 100 millones de dólares para su campaña, no mucho si se compara con el resultado bursátil de Tesla, otra de sus empresas, cuyas acciones subieron casi un 15 % en las operaciones de Wall Street, lo que implicó para Musk una ganancia de 15 mil millones de dólares. Analistas financieros han calculado que la victoria de Trump podría sumar hasta 200 mil millones de dólares al valor de Tesla, lo que aumentaría la riqueza de Musk en unos 26 mil millones de dólares en total.

Musk también es dueño de SpaceX, una empresa de cohetes que tiene una gran cantidad de contratos del gobierno estadounidense. Solo el mes pasado consiguió contratos por valor de más de 700 millones de dólares de la Fuerza Espacial de Estados Unidos. SpaceX y Tesla han recibido al menos 15.400 millones de dólares en contratos gubernamentales durante la última década, según un análisis reciente del New York Times. Allí, Richard Pierce, profesor de derecho en la Universidad George Washington y especialista en regulación gubernamental, dijo que estaba "seguro" de que las empresas de Musk se beneficiarían de más contratos durante el gobierno de Trump.

Desde que Musk la adquirió, X ha experimentado un giro hacia la derecha para favorecer la candidatura de Trump. Reinstalo a figuras incendiarias de derecha como el teórico de la conspiración, Alex Jones y Jor Rogan.

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Sobre su nuevo cargo, Musk declaró sin rubor que un organismo de eficiencia gubernamental ayudaría a SpaceX, que  podría llegar a Marte antes de lo pensado “siempre que no se vea asfixiado por la burocracia... El Departamento de Eficiencia Gubernamental es el único camino para extender la vida más allá de la Tierra”.

Otras empresas de Musk incluyen la startup de inteligencia artificial xAI, que supuestamente se encamina a una valoración de 40 mil millones de dólares, así como la empresa de implantes cerebrales Neuralink, que supuestamente vale 8 mil millones.



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