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La Lupa

¿La venezolana Alicia Herrera se convirtió en espía cubana por amor?

El servicio de inteligencia de Cuba ha logrado captar a personas libres de toda sospecha, como la periodista venezolana y, recientemente, el diplomático Víctor Rocha, ex embajador de Estados Unidos en Bolivia, quien se declaró culpable de haber sido agente de los Castro por más de 30 años

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Conocí a Alicia Herrera cuando ocupaba altos cargos en la Cadena Capriles y era temida por los periodistas y reporteros gráficos por su cercanía con los dueños de la empresa. Cuando clandestinamente se  logró sindicalizar a los empleados, una tarea que se hizo en máximo secreto, el temor mayúsculo era que Alicia se enterase y se lo dijera a los propietarios, lo que podría sabotear el esfuerzo y  culminar en el despido de mucha gente.

Era una mujer de ultraderecha que dirigía  dos de las revistas frívolas de la Cadena Capriles- Páginas y Kena-, sin mayor consideración hacia sus empleados. Dura, simpática cuando quería pero, sobre todo, una aliada incondicional de su empleador, Miguel Ángel Capriles, Alicia era una de las favoritas del poderoso hombre que controlaba su imperio mediático como cualquier Don Corleone:  desayunaba cada mañana  en su enorme oficina rodeado por los directores de los medios que poseía, mientras daba órdenes y  comía en su escritorio- ni un café nos ofrecía-,y  el humo de su carísimo  habano  rodeaba su figura y la del mesero que le atendía. Toda una imagen digna de Coppola.

"Jalabolas, sigui, vendida, solterona, amargada", fueron varios de los adjetivos que acompañaron a  Alicia durante su  agrio mandato en la Cadena. De modo que cuando apareció sorpresivamente en México anunciando la salida de su libro "Pusimos la bomba y qué", donde recogía los tres años de entrevistas que hizo en la cárcel a quienes sembraron una  bomba en el avión de Cubana de Aviación -que asesinó a  73 personas que viajaban de Barbados a   Cuba-,  la sorpresa estalló tan fuerte como el crimen  que cometieron Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y los  fotografos Freddy Lugo y Hernan Ricardo. 

Años después, cuando entrevisté a Alicia   en La Habana- vivía en una casa sencilla pero con todo lo necesario para una pareja y un hijo recién nacido-,  la venezolana no se salió ni por un segundo de su única versión: investigó e hizo el libro para descubrir semejante atrocidad. Pero su historia de amor  con el cubano no tuvo nada que ver con eso. Una historia de amor, quizás la responsable de su giro ideológico, que comenzó  en un bar de Caracas cuando el   ingeniero cubano Raimundo Urrecheaga se le acercó  y, dice ella, entre ambos   hubo el típico chispazo de amor a primera vista. Nada imposible de creer porque el cubano era guapísimo, alto, fornido y  simpático, como lo pude apreciar aquel día. 

Poco antes de huir a México, la pareja planificó cuidadosamente su salida para no despertar sospechas ni de la familia. Historia que recuerda a la del coronel cubano Juan Pablo Roque -apodado  "el Richard Gere cubano", quien huyó a Miami como presunto desertor y  usó sus virtudes para enamorar y casarse con una norteamericana.  Luego se unió como piloto a los «Hermanos al Rescate», pero  un día antes de que el régimen cubano derribara  dos avionetas de esa organización anticastrista y murieran cuatro personas, Roque desapareció y reapareció triunfante a La Habana.

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Según algunos entendidos, Cuba ha desplegado en sus 60 años de revolución  unos 200 espías en Estados Unidos. El más reciente y escandaloso, es el caso del exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, Embajador de Estados Unidos en Bolivia, quien  aceptó declararse culpable de ser un agente ilegal del gobierno cubano por mas de 30 años y ahora está a la espera de su sentencia, que sera dictada  el próximo 12 de abril. 

Un escándalo qe ha hecho destapar otros casos inauditos de espionaje cubano, como el de Ana Montes, la puertorriqueña  que trabajó para Cuba durante 16 años siendo una  analista en  la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés), donde desarrolló una exitosa carrera entre 1985 y 2001. Descubierta y apresada por más de 20 años, Montes fue puesta en libertad el 7 de enero pasado, pero permanecerá bajo supervisión durante cinco años y se controlará su uso de Internet. También tiene prohibido trabajar para el gobierno o ponerse en contacto con agentes extranjeros sin permiso.

Philip Agee es  otro de los personajes que  trabajó para la CIA durante 15 años, pero  decidió  publicar todos sus secretos en el libro  'Dentro de la compañía: Diario de la CIA', publicado en 27 idiomas y donde  reveló los nombres de agentes en el continente. En  1969 } se fue a Cuba, donde abrió una agencia de viajes virtual, Cubalinda.com.

Larga lista de espionaje que  incluye a la pareja Walter y Gwendolyne  Myers,  quienes fueron descubiertos y condenados no solo a prisión sino a pagarle 1.7 millones de dólares al gobierno estadounidense por la suma del salario que percibió Walter  mientras fue empĺeado del Departamento de Estado. Les decomisaron sus bienes, casas, yates y cuentas bancarias y, como en cualquier buena película  sobre el tema, ambos fueron  descubiertos gracias a un detective  del FBI que se hizo pasar como agente de la inteligencia cubana.

"Si usted busca la definición de un sociópata, lo describe muy bien... Él pensó que iba a ser alguien en Cuba, y no es nadie. Probó la libertad en Estados Unidos y ahora no tiene ninguna. Ni siquiera puede decir que siente un temor real de repercusiones. Le vendió su alma al diablo y ahora está pagando un alto precio (…)», declaró a la prensa Ana Margarita Martínez, la norteamericana  esposa del guapo coronel Juan Pablo Roque, poco después de que se descubriera su traición.

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Espionaje y espías que han comenzado a mermar en la misma medida en que la revolución cubana ya no sirve de ejemplo alguno y se ha destruido poco a poco sin mas ayuda que si misma.



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