Las incógnitas sobre la muerte de Gene Hackman podrían definir el destino de su fortuna

Caracas/Foto: Archivo.- Una semana después de la muerte del legendario actor Gene Hackman, el caso sigue generando interrogantes que podrían modificar el destino de su fortuna, cuyo monto asciende a los 80 millones de dólares.

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De acuerdo con Daily Mail, el icónico actor le dejó toda su fortuna a su esposa, Betsy Arakawa, en la última actualización del documento que hizo en 2005, cuando tenía 75 años. 

En ese texto, Arakawa, esposa de Hackman desde 1991, es mencionada como la sucesora de su fortuna, sin que se haga mención de sus tres hijos: Christopher Allen, de 65 años; Leslie Anne, de 58 años; y Elizabeth Jean, de 62 años, todos fruto de su matrimonio con Faye Maltese.

El medio estadounidense precisó que la relación de Hackman con sus hijos estaba marcada por el distanciamiento a lo largo de los años.

Ante la muerte de Arakawa, ahora se presenta un giro que podría alterar la forma en que se distribuirá su considerable fortuna. Un aspecto crucial a considerar es el Alzheimer que Hackman padeció durante sus últimos años, lo que, combinado con la inesperada muerte de su esposa, genera la posibilidad de impugnaciones legales sobre el testamento, según especialistas.

Testamento de Arakawa

“Si es más reciente, eso no significa que sea inválido, solo significa que está más propenso a una posible impugnación”, dijo a Daily el abogado John Budagher, quien anticipa que podría haber una batalla legal en torno a la fortuna del actor.

Por su parte, Betsy Arakawa había estipulado en su testamento que, en caso de que ambos fallecieran de forma simultánea (dentro de un período de 90 días), sus bienes se destinarían a organizaciones benéficas. Aunque los hijos de Hackman no están mencionados en el testamento, como descendientes directos podrían tener derecho a solicitar una parte de la herencia.

Gene Hackman, conocido por su talento en la actuación y ganador de dos premios Oscar, había destinado su riqueza de 80 millones de dólares a un fideicomiso administrado por Betsy, en quien confiaba para manejar su patrimonio. A pesar de que Hackman, de 95 años, padecía de Alzheimer, la suposición era que él fallecería antes que su esposa.