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La Lupa

Lula sobre el plan para asesinarlo: "El intento de envenenarme no funcionó"

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, finalmente comentó el plan de varios oficiales del Ejército para matarlo y asesinar también al vicepresidente Geraldo Alckmin y al ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF)

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Caracas/Foto: Archivo. —Soy un tipo que tiene que estar mucho más agradecido porque estoy vivo. El intento de envenenarme a mí, a Alckmin y a Moraes no funcionó, estamos aquí— dijo Lula en un evento en el Palacio do Planalto sobre las concesiones de carreteras, refiriéndose por primera vez a los planes para asesinarlo descubiertos por la Policía Federal.

Lea también: Puñal Verde y Amarillo: el plan para asesinar a Lula se imprimió en el Palacio de Gobierno

De hecho, la Policía Federal  arrestó ya  a cuatro militares y a un policía federal sospechosos de planear un golpe de Estado a raíz del asesinato de Lula. El plan incluía matar al entonces presidente electo Lula, al vicepresidente Alckmin y al ministro Alexandre de Moraes, quien en su momento también presidió el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Lula afirmó que el gobierno necesita construir un país "sin persecución, sin fomento del odio y sin desacuerdos".

—Y no quiero envenenar a nadie. Ni siquiera quiero perseguir a nadie. Lo único que quiero es que cuando termine mi mandato desmoralicemos con números a quienes gobernaron antes que nosotros. Quiero medir con números, quiénes crearon más escuelas en este país, quiénes se preocuparon más por los pobres en este país— añadió el presidente, refiriéndose al plan.

La investigación forma parte de la llamada “investigación golpe”, que investiga si hubo un intento de impedir que el actual gobierno asumiera el cargo tras la derrota electoral de Jair Bolsonaro.

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En un documento incautado por la Policía Federal y  titulado “Puñal Verde y Amarillo” se describe cómo debía llevarse a cabo el plan de asesinato, que incluía el uso de armas pesadas y la posibilidad de envenenar a los objetivos.

La investigación señala al general de ejército Mário Fernandes, entonces número 2 de la Secretaría General de la Presidencia, como responsable de su elaboración. La investigación también menciona que copias del expediente fueron impresas en el Palacio do Planalto y llevadas a una reunión en el Palácio da Alvorada, donde se encontraba el entonces presidente Jair Bolsonaro, quien aparece señalado como cómplice del caso.



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