Maduro afirma que González Urrutia está “llamando” a una “guerra” en el país

Caracas/Foto: Prensa Presidencial.- Nicolás Maduro asegura que Edmundo González Urrutia “quiere” que en el país se desarrolle una “guerra civil”, aseverando que su llamado viola el acuerdo firmado con su administración horas antes de salir a España. 

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En una asamblea comunera en Caracas, Maduro aseveró que se juramentará el 10 de enero ante la Asamblea Nacional “legítima”, controlado por el oficialismo, la cual culminará sus funciones en 2026. 

“El viejito salió lleno de miedo y de pánico. Yo lo tengo grabado, el viejito rogando irse del país. (...) Ahora entonces llama a que haya una guerra en Venezuela. Viejito, cuidado con lo que dices desde allá, no te equivoques con el pueblo de Venezuela. En Venezuela no va a haber guerra”, dijo. 

Asimismo, puntualizó que el 10 de enero solo “reinará la paz y orden” en la nación, a pesar de los “intentos” por “desestabilizar” el país de “algunos sectores” venezolanos. “Fascistas, no se equivoquen porque se van a arrepentir. Es muy fácil invitar a la guerra desde una tasca de Madrid”. 

Por otro lado, recomendó al Consejo Nacional Electoral (CNE) preparar los primeros comicios del 2025 para febrero o marzo, para que demuestre su "tremenda capacidad".

#AHORA 🚨 | Nicolás Maduro asegura que Edmundo González Urrutia “quiere” provocar una “guerra civil” en el país pic.twitter.com/GyJljzYvTt— El Cooperante (@El_Cooperante) December 11, 2024

Advierte que Miraflores “jamás caerá” en las manos de la “oligarquía” 

Esta denuncia se da un día después de que el jefe de Estado advirtiera que el Palacio de Miraflores “jamás” será tomado por un “títere” de la “oligarquía” venezolana ni del “imperialismo” norteamericano. 

“Se los juro. Esta casa presidencial jamás caerá en manos de un títere de la oligarquía, ni del imperialismo. Esta es la casa del pueblo”, comentó Maduro en una concentración en Miraflores por los 165 años de la Batalla de Santa Inés.

El mandatario mencionó que las “oligarquías” siempre subestiman a los “hombres de pueblo”, y por ello continúan “con rabia, botando espuma por la boca, llenos de envidia y ambición” al saber que el “pueblo siempre triunfa” sobre los intereses particulares de grupos.