"Maquinadora e inteligente": Inspector Luis Godoy recuerda a Cibell Naime a 30 años del crimen

Caracas / Foto Portada: Cortesía.- El martes 13 de diciembre de 1994, la vida de la joven de 18 años Cibell Naime cambió para siempre. La desesperación por recuperar 20.000 bolívares de la época la llevaron a matar con dos disparos en la cabeza a dos hombres inocentes y para ella, sería el inicio de un escándalo mediático que hasta hoy llama la atención por ser un crimen con motivos inútiles. El exfuncionario de la extinta Policía Técnica Judicial (PTJ) Luis Godoy fue parte del grupo que llevó a cabo la investigación y compartió detalles inéditos sobre el caso del gato angora.

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"El doble crimen de Los Naranjos", titularon los medios de comunicación para informar sobre el aparente sicariato de Miguel Tauli y Juan Carlos González. Ambos fueron encontrados en la camioneta Samurai de Miguel en la urbanización donde residía en la parroquia El Hatillo. Miguel y Juan estaban acompañados por una mujer de cabello negro y largo y con "rasgos árabes", dijeron los hombres que laboraban en la garita de vigilancia.

Lo que desconocían los investigadores es que el detonante de aquella dantesca escena, tenía el trasfondo de un padre estricto, un gato "regalado" y un cheque robado.

En entrevista concedida a este portal, Luis Godoy destacó que para 1994, hace 30 años, tenía la jerarquía de inspector y era investigador adjunto de un grupo de investigaciones de la División de Homicidios de la antigua PTJ.

Precisó que el primer dato era que las víctimas estaban acompañadas por una tercera persona: una mujer.

"Cuando dan el parte a los organismos policiales, la PTJ acude a la escena del crimen y se consigue un vehículo con dos personas muertas por heridas de proyectiles de arma de fuego. Es importante resaltar que, el vehículo estaba en una urbanización cerrada con gaceta de vigilancia; los vigilantes el primer dato que aportan es que iban tres personas en el vehículo y uno de ellos dijo creer reconocer que iba una dama por el cabello largo y negro. Allí empieza la investigación", declaró vía telefónica.

Con ese primer aporte, y al entrevistar a familiares y amigos de las víctimas, se conoció que ambos se dedican a vender mascotas de raza.

"En ese inventario de las ventas, supimos que en días anteriores había vendido varios animales, entre ellos un gato angora, muy costoso. Cómo buenos investigadores, y en el ABC de la investigación, se investigan todos los posibles móviles. Descartamos el atraco porque los dos tenían su reloj de marca y sus carteras, no fueron desprovistos de nada. Pasional tampoco porque ninguno tenía pareja definida ni pareja marital. Intento de secuestro tampoco cuadraba. Se presumía algo casual, algo que había pasado en el momento", recordó.

Por tanto, los investigadores solicitaron a los bancos los datos de los pagadores de las tres o cuatro mascotas que habían vendido. Eso fue una pieza clave.

"Con esa estrategia, conseguimos un pago del Banco Unión de una fuerte suma de dinero. 20 000 bolívares de la época a nombre de Shauki Naime. Seguimos la pista de los últimos compradores, se ubicaron, pero no encontramos a una de ellas".

Los testigos, siguió, describieron a la mujer que se bajó de la camioneta como una joven de nacionalidad relacionada al mundo árabe. Lo que concordaba con el apellido Naime.

Godoy explicó que para el mes de diciembre, la familia Naime se encontraba de viaje al extranjero, pero comenzaron a pesquisa a través de amigos del Colegio Minerva de Prados del Este, donde estudiaba bachillerato -parasistema-.

"De las primeras indagaciones, encontramos que ella había sido maltratada físicamente por el padre. Dada su cultura y relación era un hombre muy duro y había golpeado a Cibell varias veces. Se presumían actos de violencia intrafamiliar y eso apuntaló la investigación y la sospecha sobre ella".

El amor por un gato y el cheque robado

De acuerdo a múltiples reportes sobre el caso, a finales de noviembre de 1994, Cibell leyó un nuncio en el periódico donde se ofrecían gatos angora en venta. Cibell llamó para averiguar precios, se interesó, pero sus padres le negaron el dinero y ella no lo tenía.

Ella decidió que robaría un cheque a su padre para poder comprar el gato y luego diría que una amiga del liceo se lo regaló.

El 6 de diciembre de 1994, Miguel Tauli de 28 años, abogado y quien se dedicaba a la cría y venta de animales de raza, estacionó su automóvil en la entrada del Colegio Minerva, y le entregó el cachorro de gato angora a Cibell. Antes habían hablado por teléfono para concretar la venta y ella le entregó un cheque.

Emocionada con el gato, llegó a su casa, donde su padre Shauki Naime y su madre Salam Yordi, ambos de origen libanés, le preguntaron "¿y ese gato?", pero ninguno de los dos le hizo mayor caso; ella solo respondió "me lo regalaron".

Cibell tenía permitido tener amigas, pero no le permitían hacer pijamadas, salir sin permiso ni tener novio. Los padres querían que se casara con un joven druso para cumplir con la tradición familiar. Pero, ella era rebelde, salía y entraba sin permiso y por eso, su padre le daba severas palizas.

Unos días después de que el gato llegó a la casa, Shauki quien trabajaba como médico obstetra en la Clínica Santa Sofía y era muy meticuloso, se percató de que le faltaba un cheque en blanco que estaba en el talonario de su oficina. Enojado, reunió a toda la familia y preguntó por el cheque extraviado. Todos negaron saber algo, incluyendo a Cibell.

Esta amenaza, elevó el pánico de Cibell al máximo por lo que empezó a llamar al vendedor del gato para pedirle que le devolviera el dinero. Miguel se negó porque ya lo había cobrado. Durante varios días, Cibell estuvo llamando a Miguel en diferentes oportunidades para solicitar que le diera el dinero, que le devolvieran el cheque, pero se negó.

Al cabo de una semana, y ante la rotunda negativa de Miguel, Cibell armó el plan de hacerse pasar por otra mujer de nombre "Adriana", y así poder coordinar un encuentro con Miguel para pedirle en persona que le devolviera el dinero.

Miguel accedió porque "Adriana" le dijo que estaba interesada en una pareja de perros salchichas; en principio, quedaron en encontrarse en el centro comercial Plaza Las Américas, pero Miguel le dijo que mejor fuera hasta su casa ubicada en Los Naranjos para que pudiese ver a los cachorros allí.

Cibell decidió que llevaría al encuentro una pistola calibre 7.65 marca Walther PPK que también robó a su padre. Si Miguel Tauil se negaba nuevamente a devolver el dinero, lo asustaría con el arma.

Pruebas determinantes

Luis Godoy coincide con la versión de los medios, y enfatizó que cuando el padre de Cibell se percató de que le faltaba un cheque del talonario, amenazó a toda la familia, inclusive a las señoras de servicio.

"Ella tenía mucho miedo y por eso, agarró la pistola marca Walther del papá y pensó en ir a amedrentar a Miguel. Hablo por teléfono con él, se hizo pasar por otra mujer y el muchacho inocente y el socio de 19 años, accedieron a verla", precisó. "Cuando se encontraron, ella le dijo que era su tía Adriana que quería comprar los perros salchichas y que estaba fuera de la urbanización porque no la dejaban pasar. Ellos aceptaron, dejaron que se montara en la camioneta, pero jamás se imaginaron que sacaría un arma de fuego".

"Hubo un forcejeo, ella confesó (que) mató al conductor y después de forma muy intencional mató también al copiloto. Se retira del lugar, guarda el arma, tomó un taxi, llegó a su casa, y a los días se fue de viaje con su familia como si nada".

Al regresar, el papá sabe que ella se robó el cheque, pero no que la policía la estaba buscando y que la tenían plenamente identificada.

"Sabíamos que ella falsificó la firma, salía en los videos de la residencia donde los había matado. Teníamos todo", remarcó.

Arresto

En la casa de los Naime, el padre le había dado un fuerte golpe en el ojo.

El miércoles 18 de enero de 1995, la policía va a la casa de los Naime-Yordi y arrestan a Cibell, a su hermana y a su madre. Después de la detención, a los testigos le costó reconocer a Cibell porque tenía el rostro desfigurado que le había causado la paliza propinada por su padre. También las autoridades presentaron cargos contra Shauki Naime por la fuerte golpiza que le dio a su hija.

"Nosotros al llegar vimos que tenía un golpe en el ojo. Ella pretendió decir que habíamos sido nosotros en homicidios, pero nosotros le tomamos foto y dejamos por sentado que a ella la encontramos en ese estado. Detuvimos a la familia completa, inclusive presentamos al papá por el maltrato a la niña", dijo.

Godoy pudo interrogar a Cibell y la describió como una joven muy inteligente, callada, pero maquinadora.

"Recuerdo que era una persona inteligente, muy joven, con mucho temor a su padre, mucho miedo, no somos psicólogos ni psiquiatras forenses; pero sobre la primera muerte, ella contó todo como ocurrió, nunca se negó a nada. Era una joven tranquila, mirada esquiva, mirada baja, con mucha tristeza. Me llama la atención que el primer asesinato pudo haber sido por el forcejeo, que se le haya escapado un disparo, pero después la trayectoria balística demostró que ella dispara directamente a la cabeza de la segunda víctima, eso es alevosía, eso es premeditación", estimó.

"En un momento de arrebato del ser humano puede pasar lo primero, pero me parece una persona bien maquinadora que había pensado todo absolutamente y de hecho en la familia pudieron haber sospechoso del cheque, pero no que ella sería capaz de haber matado a dos personas".

Reveló que el gato estuvo durante varias semanas en la División Contra Homicidios: "Todos los que estábamos de guardia lo cuidamos y después fue entregado a la Sociedad Protectora de Animales".

Sobre Cibell, sabe que estuvo doce años detenida, pese a haber sido condenada a 30 años de cárcel. Quedó embarazada y dio a luz a un niño "se presume de uno de los GNB de la cárcel". Respecto a los padres de Cibell, cree que se fueron del país tras el escándalo.

"Ella salió en libertad y tengo entendido que se fue a Colombia. Durante mi carrera, me encontré con casos semejantes, asesinatos por motivos inútiles que se llaman en derecho, motivos fútiles, pero no algo parecido por un gato", agregó Godoy.