Margot Benacerraf: adiós a una leyenda del cine venezolano

Caracas / Foto Portada: CNAC.- Venezuela despide con profunda tristeza a Margot Benacerraf, una mujer excepcional que marcó un hito en la historia del cine nacional e internacional. Falleció a los 98 años, dejando un legado imborrable como cineasta, gestora cultural y defensora de la mujer en el mundo del séptimo arte.

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Familiares y amigos más cercanos de Benacerraf dieron a conocer la lamentable noticia en redes sociales. El funeral se llevará a cabo en la Quinta Beit Yossef, ubicada en la avenida Juan Germán Roscio, entre avenidas Washington y Cota Mil, en la urbanización San Bernardino, a partir de las 11: 00 a.m. hasta las 2:00 p.m. de este miércoles 29 de mayo.

El sepelio se llevará a cabo en horas de la tarde, en el Panteón de la Asociación Israelita de Venezuela del Cementerio del Este.

Un legado invaluable

Margot Benacerraf fue una destacada figura del cine venezolano, tanto por su obra cinematográfica como por su trabajo como gestora cultural para impulsar el séptimo arte.

Su pasión por el cine la llevó a fundar en 1966 la Cinemateca Nacional de Venezuela, institución que se ha convertido en un referente cultural y un archivo invaluable de la memoria cinematográfica del país. Benacerraf dirigió la Cinemateca durante 25 años, impulsando su crecimiento y posicionándola como un espacio de formación, investigación y difusión cinematográfica.

Sus destacadas obras, Reverón (1952) y Araya, fueron alagadas con diversos premios y reconocimientos.  Reverón, un documental de media hora, tuvo una extraordinaria acogida en el Festival de Berlín y en el Festival de Edimburgo.

Por su parte, Araya recibió el Premio de la Comisión Superior Técnica y el Premio de la Crítica Internacional en el XII Festival de Cannes de 1959. A partir de ese momento, Araya fue Invitada de Honor con Menciones Especiales en los Festivales Internacionales de Locarno, Moscú y Venecia.

El Ateneo de Caracas cuenta con una sala de cine de Arte y Ensayo con su nombre, convirtiéndose en la década de los 90 en un espacio para la proyección de lo mejor del cine contemporáneo.

Quienes tuvieron la oportunidad de conocerla la describen como una mujer excepcional, siempre amorosa, joven de espíritu y atenta a las necesidades de los demás. Su pasión por el cine y su compromiso con la cultura la convirtieron en una inspiración para las generaciones venideras.