Connect with us

La Lupa

Paralizado el caso Cisneros porque no hay luz en el tribunal

A la familia le toca vivir el infierno venezolano porque el Tribunal Octavo de Menores tiene días sin electricidad y no hay palanca que solucione semejante descontrol. Hasta ahora solo la hija biológica, Claudia Cisneros, ha logrado introducir la promoción de pruebas que buscan demostrar que todas las adopciones realizadas por Oswaldo Cisneros y su viuda Mireya Blavia fueron ilegales y no tienen ningún tipo de efecto en Venezuela

Foto del avatar

Publicado

/

Caracas.- Una paradoja más acompaña el ya escandaloso juicio de la herencia del empresario Oswaldo Cisneros y que ha dividido a la familia en dos partes hasta ahora irreconciliables: el tribunal que debe conocer la causa no tiene luz. 

Lea también: En la película sobre Oswaldo Cisneros el dinero parece ser lo de menos

Una ironía porque estos multimillonarios cuentan con una especie de supermercado personal en Panamá adonde envían a los empleados en su avión particular  a buscar cualquier electrodoméstico que se  haya dañado en alguna de sus múltiples propiedades para reemplazarlo por uno nuevo. Pero ahora la familia se ha topado con el infierno venezolano y a la tensión ya existente, se le debe sumar ahora  los cortes de luz  que sufre el Tribunal Octavo de Mediación  de Menores, que lleva el caso de la cuantiosa herencia.

Y a eso se le agrega la semana radical que también hace lo suyo. Porque, como en el chiste del infierno venezolano, cuando hay luz no hay despacho -porque es semana radical- y cuando la semana es flexible, no hay electricidad.

"Sin despacho por fallas eléctricas", muestran los carteles en las paredes del tribunal donde se evidencia que, desde enero y hasta la fecha, los apagones han ido postergando cualquier diligencia, herencia de Cisneros incluida. Que tan grave ha sido el problema de la luz en ese tribunal, que hasta colgaron un calendario en las carteleras del organismo para marcar en rojo los días en que no ha habido electricidad y, por tanto, trabajo. Desde enero y hasta junio, las fallas han sido constantes y la solución ninguna.

A la falta de luz se le agrega la de información, también  a oscuras en este caso. Y si  bien  algunos han sembrado el rumor de  que en la primera batalla de la familia, la hija biológica Claudia Cisneros Fontanals había ganado el primer round al lograr que se desconociera a los seis hijos adoptados como legítimos, lo cierto es que hasta ahora lo que ella sí ha logrado es introducir ante el tribunal octavo lo que llaman los abogados "la promoción de pruebas" y que fue la última (o más reciente) actuación de ese tribunal.

Advertisement

Allí, los abogados de Claudia Cisneros presentan documentos donde buscan demostrar que la adopción de las dos hijas nacidas en Colombia - Laura y Carla-  fueron presentadas ante la Sección Consular de la Embajada Venezuela en Colombia y que allí Oswaldo Cisneros  asegura que su domicilio estaba ubicado en Bogotá, Colombia, cuando en realidad su residencia habitual estaba ubicada en Caracas, Venezuela.

Con este mismo argumento- los adoptados en Rumanía fueron legalizados en Bucarest- buscan anular las adopciones de los otros cuatro hijos las cuales, según el documento introducido, "no fueron sometidas al exequatur", lo que significa en castellano que  las sentencias dictadas por autoridades extranjeras, previo cumplimiento de los requisitos de Ley, pueden adquirir fuerza ejecutoria en Venezuela". Y según los abogados de Claudia Cisneros Fontanals, esto no se cumplió en ninguna de las adopciones.

Mientras tanto, las demandas y contrademandas de ambas familias han dejado expuestos parte de los bienes que tenía Cisneros en Venezuela, asunto que tiene a las autoridades del  SENIAT de lo más contentos.





Advertisement

Tendencias