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Petro dice que las "calumnias" contra él tienen que ver con que en su vida "ha tenido alguna adicción"

El mandatario subrayó la importancia del "respeto hacia quienes sufren de adicciones y abogó por fomentar su acceso al tratamiento médico"

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Caracas / Foto: Archivo.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió el domingo la idea de que la drogadicción "debe ser tratada como una enfermedad y no como un delito", en relación con la confesión del ministro del Interior, Armando Benedetti, sobre su adicción a las drogas y al alcohol.

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En un extenso mensaje publicado en su cuenta de X, Petro afirmó que la drogadicción es una "forma de dependencia similar a otras adicciones" como la obsesión por el dinero, el alcohol, el azúcar o el sexo. "El adicto se trata y el Estado debe ofrecer esos servicios de salud a la población", señaló, enfatizando que encarcelar a una persona con una enfermedad constituye "una de las peores violaciones de derechos humanos en el mundo".

El mandatario subrayó la importancia del "respeto hacia quienes sufren de adicciones" y abogó por fomentar su acceso al tratamiento médico. También reflexionó sobre las posibles causas de la adicción, entre ellas la falta de afecto en las familias y comunidades. "El amor es un antídoto", expresó.

Petro vinculó además el fenómeno de las adicciones en las sociedades "más desarrolladas con los efectos del capitalismo", asegurando que la ruptura de los lazos comunitarios y familiares favorece la soledad y, en consecuencia, el surgimiento de adicciones. "El capital lleva a la soledad de individuos recortados, que solo sirven como consumidores o productores explotados", afirmó.

"La calumnia lanzada contra mí, tiene que ver con que en mi vida he tenido alguna adicción. Mi espíritu revolucionario, que busca siempre libertad, es contrario a la esclavitud, y las adicciones son esclavitudes del espíritu", concluye el texto.

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La carta de Álvaro Leyva 

El pasado 23 de abril, el excanciller colombiano aseguró que el mandatario Gustavo Petro tiene “problemas de drogadicción”, y arremetió contra sus dos colaboradores más cercanos: Armando Benedetti, ministro de Interior, y Laura Sarabia, actual canciller. 

“Los recuerdos que todavía tengo frescos de episodios ocurridos siendo yo el primer testigo, me producen aún desazón y desconcierto”, relata Leyva hacia el final de la carta de cuatro páginas que publicó en sus redes sociales. “Uno de ellos, la ocasión en que usted se desapareció dos días en París durante una visita oficial”, prosigue en referencia a un viaje a Francia en junio de 2023. 

“Momentos embarazosos para mí como persona y como su canciller. Y mucho más cuando supe en dónde había estado. Me apena decirlo hoy –tarde ciertamente–, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, escribió. “Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”, aseguró.

En la misiva, Leyva dice que al ser nombrado como canciller intentó reunirse con Petro en varias oportunidades, pero notó que Laura Sarabia, “era dueña de su tiempo” cuando era jefa de gabinete y que, además, “le satisfacía algunas necesidades personales”.

“Asumí la Cancillería con ánimo desprevenido, con deseos sí de lucirme buscando que usted alcanzara a ser un líder continental y una esperanza mundial. Pero me sorprendió desde un comienzo que no nos pudiéramos sentar en ningún momento para trazar la política exterior del Estado. Cuando yo iba a buscarlo la señora Sarabia conocida de autos me hacía esperar por horas con la excusa de que usted eventualmente me recibiría. Tantas veces ocurrió lo mismo que finalmente comprendí que ella era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”, expuso. 

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A lo largo del texto, Leyva también recordó que le fue encomendado el nombramiento de Armando Benedetti como embajador en Venezuela y que el actual ministro de Interior no quería aceptarlo porque esperaba “trabajar en una posición importante en Colombia”.

“Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín ya lo tenía al otro lado (...) Comprendí por todo lo que manifestaba que estaba adicto a las drogas. Bettín gran profesional de enorme reputación. De mi entrevista con Benedetti concluí que se trataba de un enfermo. Sigue igual, señor presidente”, sostuvo. 



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