Rusia planea crear el primer fármaco comestible contra el coronavirus

Caracas.- Según información del Instituto de Medicina Experimental de San Petersburgo, están previendo completar en el lapso de un año los ensayos preclínicos correspondientes para la primera vacuna comestible del mundo contra el coronavirus.

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Los investigadores están buscando fuentes de financiación extrapresupuestarias para que la fórmula pueda acelerar el proceso de inmunizar a millones de personas por vía oral, ya que se necesitan aproximadamente 220 millones de rublos para completar las fases de prueba, precisó el viernes Alexánder Dmítriev, director del instituto a la agencia rusa RIA Novosti.

Este Instituto de Medicina Experimental cuenta con una amplia experiencia en el desarrollo de vacunas basadas en probióticos, bacterias vivas con las que se fabrican productos lácteos fermentados, creando vacunas de alta eficiencia contra la gripe, el neumococo y el estreptococo.

Alexánder Suvórov, jefe del departamento de microbiología molecular y laboratorio de genética molecular de patógenos del instituto dijo que tanto las vacunas inyectables como las consumidas directamente conducen a la formación de una respuesta inmune.

Según Suvórov, "durante la creación de la vacuna contra la COVID-19, un fragmento del genoma del coronavirus sintetizado se incrusta en el genoma de la bacteria. Como resultado de esta modificación genética, la bacteria produce la proteína de coronavirus, que a su vez garantiza que el organismo produzca una respuesta inmune".

Aún así el equipo de científicos ha dejado claro que esta alternativa no debe considerarse todavía como una respuesta fácil para erradicar la pandemia. "Estamos avanzando con mucho cuidado para evitar una situación en la que cualquier nuevo producto médico comience a percibirse como una panacea que salvará a la humanidad", advirtió Suvorov.