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Saab criticó a la ONU y a la CPI por no detener "la brutal matanza" contra Palestina

El fiscal general afirmó que la renuncia de Mokhiber es una acción ética que revela la "decencia" y el "compromiso"

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Caracas. El fiscal general, Tarek William Saab se pronunció este martes ante la renuncia de Craig Mokhiber, director de la oficina de Nueva York del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en medio del conflicto entre Israel y Palestina. 

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En un mensaje publicado en su cuenta de X, Saab criticó a Volker Türk, alto comisionado de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, por no detener "la bestial matanza" contra el pueblo de Palestina. 

"Asisto conmovido de cómo ante el holocausto más criminal en la historia reciente de la humanidad, que ya lo es el exterminio serial de mujeres, ancianos, hombres y niños, ejecutado desde hace un mes por el sionismo israelí, los organismos internacionales que ustedes dirigen no han procurado realizar ninguna diligencia efectiva para detener ya esa bestial matanza", escribió. 

El fiscal general afirmó que la renuncia de Mokhiber es una acción ética que revela la "decencia" y el "compromiso".

"(...) Avergonzado por la complicidad de los grandes centros de poder de la Tierra, con el más salvaje holocausto que ha conocido la civilización en este siglo XXI, semejante al protagonizado por (Adolf) Hitler contra la población judía durante el siglo pasado, ha preferido dimitir a sus responsabilidades en la ONU a ser cómplice de la destrucción total de Gaza", sentenció. 

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¿Qué dijo Craig Mokhiber? 

En la carta compartida por Saab, Mokhiber aseguró que la ONU recibe "enormes presiones para transigir sus principios humanitarios" y que "algunas partes (...) han agachado vergonzosamente la cabeza con el poder" al tratarse de los derechos de los palestinos, aunque también dice que hay muchos en la organización que se niegan a transigir.

Destacó que el Gobierno israelí practica una potente "propaganda" para presentarse como equivalente del pueblo judío y presenta así toda crítica como antisemitismo. 

Ante ello, animó a la oficina que acaba de abandonar a "unirse orgullosa al movimiento anti-apartheid que está creciendo en todo el mundo por los derechos del pueblo palestino".





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