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La Lupa

Triunfo de Trump tendría efectos devastadores en la economía y la sociedad estadounidense

El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, asegura que "algunas de las promesas más absurdas de la campaña de Trump provienen de Elon Musk, cuyas empresas dependen de contratos y rescates gubernamentales, como el préstamo que recibió de la administración Obama, sin el cual Tesla pudo haberse hundido... Con Trump, la vida de los estadounidenses será más pobre, más dura y más corta"

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Caracas/Foto: Getty Images. A escasas horas de las elecciones en Estados Unidos, el Premio Nobel de Economía y exvicepresidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, suma su voz a la de 80 científicos que alertan sobre el peligro que significaría una nueva presidencia de Donald Trump.

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En un amplio artículo publicado en el portal Project Syndicate, el reconocido economista asegura que los planes de Trump y sus "compinches" - así los califica-, hará que la vida de los estadounidenses sea más pobre, más dura y más corta.

Donald Trump ofrece una visión del capitalismo rentista, de "compinches" que ha atraído a muchos capitanes de la industria y las finanzas, asegura.

"A medida que se acercan las cruciales elecciones presidenciales de Estados Unidos, la campaña ha alcanzado un punto álgido, con Donald Trump y sus compinches emitiendo promesas cada vez más radicales sobre lo que harían con el poder. Pero tales promesas, por ejemplo en materia de política fiscal, inevitablemente serán incumplidas. Después de todo, es matemáticamente imposible recortar los impuestos de las corporaciones y de los multimillonarios, sostener programas básicos como defensa y seguridad social, y reducir el déficit simultáneamente", asegura.

Sostiene que algunas de las promesas más absurdas de la campaña de Trump provienen de Elon Musk, "quien afirma saber cómo recortar 2 billones de dólares del presupuesto federal. Esto es bastante significativo, viniendo de alguien cuyas empresas dependen  de contratos y rescates gubernamentales... sin el préstamo de 465 millones de dólares que recibió de la administración Obama, Tesla bien podría haberse hundido".

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Stiglitz califica a  Elon Musk como ignorante "tanto en economía como en política", ya que  sus propuestas equivalen a un recorte de alrededor de un tercio de todos los gastos gubernamentales, ocho veces más de lo que la Oficina General de Responsabilidad (el organismo de control interno del gobierno) estima que constituye despilfarro o fraude. "Entre otras cosas, Estados Unidos tendría que recortar todo el gasto discrecional, incluidos los de defensa, salud, educación y los Departamentos del Tesoro y Comercio, además de recortar drásticamente la Seguridad Social, Medicare y otros programas bien establecidos y abrumadoramente populares". 

En su artículo, Stiglitz asegura que los recortes salvajes que promete Trump, implican que el republicano está haciendo promesas populistas que aumentarán el déficit a más de 7,5 billones de dólares en la próxima década.

"Estos recortes desgarradores tendrían efectos devastadores en la economía y la sociedad estadounidenses. El contraste entre los programas económicos de Trump y Kamala Harris no puede ser más marcado. La agenda de Harris reduciría el costo de vida (basándose en las disposiciones de la Ley de Reducción de la Inflación para reducir los costos de los medicamentos y la energía) y haría que la vivienda fuera más asequible, mientras que los aranceles de Trump (un impuesto a los bienes importados) encarecerán todo para los estadounidenses, especialmente los hogares de ingresos medios y bajos".

En prácticamente todas las áreas donde el país enfrenta un desafío, las políticas de Trump empeorarán las cosas, asegura. "Incluso antes de la pandemia, la esperanza de vida en Estados Unidos –que ya era la más baja entre las economías avanzadas– estaba disminuyendo bajo Trump. Al intentar derogar la Ley de Atención Médica Asequible y la disposición que reduce los precios de los medicamentos recetados, Trump empeoraría aún más la situación".

Como fue noticia, el nombre de Stiglitz se unió a la de otros 22  economistas  premios Nobel, quienes firmaron  una carta abierta respaldando a Kamala Harris: "En general, aseguran, la agenda económica de Harris mejorará la salud, la inversión, la sostenibilidad, la resiliencia, las oportunidades de empleo y la justicia de nuestra nación y será muy superior a la agenda económica contraproducente de Donald Trump”. Las cuestiones de bolsillo están desempeñando un papel importante en esta elección, y nosotros, los economistas Nobel, llegamos a la conclusión de que, sin lugar a dudas, Kamala Harris sería una administradora mucho mejor de nuestra economía”.

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Culmina su reflexión asegurando que "con Trump buscando  represalias contra los que llama “enemigos internos” y con el Partido Republicano ahora nada más que el soporte de una personalidad de culto, no hay duda de que una segunda presidencia sería incluso peor que la primera. Si bien la fortaleza económica de Estados Unidos se basa en fundamentos de ciencia y tecnología, Trump ha propuesto en repetidas ocasiones recortes masivos en el gasto federal en investigación, lo que sería devastador para los avances en la ciencia básica y tendría efectos en cadena en muchos sectores económicos clave. Cuando estuvo en el cargo, incluso los republicanos comprendieron la imprudencia de sus propuestas en este ámbito y las rechazaron. Pero ahora el servilismo del partido hacia él es total".

Stiglitz señala que en otra carta abierta, alertando sobre el peligro de un triunfo de Donald Trump, "nos acompañaron más de 80 científicos premios Nobel". Allí señalaron que los enormes aumentos en los niveles y la esperanza de vida durante los últimos dos siglos son  el resultado de los avances en la ciencia y la tecnología. "Kamala Harris lo reconoce y comprende que mantener el liderazgo de Estados Unidos en estos campos requiere apoyo presupuestario del gobierno federal, universidades independientes y colaboración internacional. Harris también reconoce el papel clave que siempre han desempeñado los inmigrantes en el avance de la ciencia".

Y finaliza alertando sobre la presencia de Musk en la toma de decisiones económicas:  "Lamentablemente, ni siquiera Musk –cuyas empresas dependen de la ciencia básica realizada por otros– ha considerado plenamente lo que Trump significaría para sus resultados. La codicia a corto plazo –una obsesión por los recortes de impuestos y una regulación más ligera– ha alentado a muchos capitanes de la industria y las finanzas a unirse al equipo de Trump. Trump está ofreciendo un capitalismo rentista crónico, un tipo de capitalismo que, incluso si le va bien a Musk y otros multimillonarios, no será bueno para el resto de nosotros. Pero Harris, al menos, proyecta la esperanza de que, a través del razonamiento y la cooperación, los estadounidenses puedan crear una economía más resiliente, inclusiva y de más rápido crecimiento, una economía que supere al capitalismo de amigos y comparta los beneficios del crecimiento de manera más equitativa".



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