Caracas / Foto portada: AFP.- Los duques de Sussex asistieron este lunes a su último compromiso agendado como miembros de la realeza británica; sin embargo, lejos de tener una salida «triunfal», pasaron por momentos incómodos que quedarán para la historia.
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El príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, acompañaron a la reina Isabel II y al resto de los Windsor a una ceremonia religiosa para conmemorar el día de la ‘Mancomunidad británica’, una organización compuesta por 53 países soberanos independientes y semi independientes que comparten lazos históricos con el Reino Unido.
De acuerdo al diario de entretenimiento británico Daily Mail, Meghan y Enrique se molestaron al no tener permitido ingresar junto a la reina Isabel II a la abadía de Westminster, Londres, en su última aparición pública como representantes de la realeza británica.
Los Sussex fueron informados de que tendrían que dirigirse directamente a sus asientos antes de la llegada de la familia real, en lugar de caminar con la monarca como lo hicieron en marzo de 2019.
«Parece que Enrique y Meghan estaban bastante sensibles y emocionales al respecto», dijo una fuente a Daily Mail, mientras que otra señaló que «aunque son inflexibles sobre el deseo de renunciar, parecen bastante preocupados con el estatus que mantendrán y el hecho de que Enrique sigue siendo sexto en la línea del trono».
Asimismo, afrontaron otro momento incomodo al saludar a los duques de Cambridge. Meghan y Enrique saludaron mientras que ellos, solo hicieron un gesto con su cabeza.
Una fuente oficial reveló al medio especializado que tras asistir al evento en Reino Unido, Meghan afirmó que tomó una buena decisión.
«Es extraño para ella que nadie abrace y todos estén tan tensos, especialmente Kate», dijo al Daily Mail.
A partir del 31 de marzo, los Sussex ya no serán miembros de la realeza británica y podrán comenzar su vida independiente junto a su hijo Archie, en Norteamérica.
