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Vuelven los escándalos de abuso sexual en el sistema de orquestas juveniles de Venezuela

"Esa noche, mientras yo estaba dormida, entró a mi habitación. No sé de qué manera había conseguido que le dieran una llave extra. Me desperté y él estaba encima de mí con una erección frotándose contra mi cuerpo hasta eyacular"

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Caracas. El autor del libro "El Sistema: orquestando a la juventud venezolana", Geoff Baker ha escrito un artículo de opinión junto a William Cheng para el Washington Post, en el que cuenta episodios de abuso sexual en el sistema de orquestas juveniles de Venezuela.

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El articulo le dio la vuelta a las redes sociales y fue publicado en español. Recoge testimonios de víctimas como Angie Cantero, pianista y compositora, quien en una publicación en Facebook aseguró que el sistema “estuvo/está plagado de pedófilos, pederastas y una cantidad incalculable de personas que cometieron el delito de estupro”.

Cantero explicó que desde los 13 años "empezaron a aparecer estos repugnantes en mis mensajes de Facebook, Instagram y demás redes sociales", sin embargo agradeció que sus padres continuamente le hicieron advertencias: "No caí en las garras de estos seres, a la mayoría los ignoraba y con otros sólo llegué a establecer algunas conversaciones".

No obstante, reconoció que "no fue el caso de muchas de mis amigas, quiénes también eran menores de edad en ese momento, y terminaban involucradas en relaciones (que incluían sexo, por supuesto) con estos tipejos que eran mucho mayores que ellas (a veces tenían el doble de su edad o más), y que tenían novia desde hace años o incluso estaban casados".

"Fui acosada incluso por profesores que me conocieron cuando apenas era una niña de 9 años y que fueron parte de mi formación musical, y que luego cuando era una adolescente empezaron con las invitaciones a salir porque "wow, cómo has cambiado" o "cómo has crecido", "ya eres toda una mujer"".

Los escándalos de abuso sexual han sido recurrentes en las últimas semanas, lo que llevó al Ministerio Público a actual, dictando órdenes de aprehensión contra músicos como el baterista de la banda Tomates Fritos, Tony Maestracci y el cantante Alejandro Soto.

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También se abrieron investigaciones a periodistas y personalidades de los medios de comunicación, siendo el más destacado lo ocurrido con el poeta y escritor, Willy Mckey, quien se suicidó lanzándose de un edificio en Buenos Aires, Argentina, tras ser acusado en las redes sociales de cometer estupro a una menor de edad.

El caso de Lisa

Lisa, otra de las jóvenes afectadas contó más recientemente, gracias al movimiento #YoTeCreoVzla su historia personal de los abusos que sufrió de niña, mientras soñaba con progresar, aprender y convertirse en una música profesional.

Específicamente se refiere a lo vivido con dos profesores de El Sistema, cuando apenas tenía 12 años de edad. En la historia, Lisa relata cómo estuvo sometida a una manipulación persistente por parte de sus agresores, que incluía un concierto en 2010 con la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela conducido por el director de la Filarmónica Berlín, Simon Rattle.

La víctima dice que uno de sus profesores le quitó el deseo "por tener una relación normal, un primer romance con alguien de mi edad, alguien con quien experimentar y descubrir cosas en igualdad de condiciones, alguien a quien yo creía que verdaderamente le importaba".

"Esa posibilidad me fue robada por este profesor que se adueñó del inicio de mi sexualidad, que fue en extremo traumática, impuesta, oscura y clandestina… Luego de todo lo que pasó, contactar con mi sexualidad y establecer relaciones amorosas ha sido profundamente difícil y doloroso".

Lisa escribió que su agresor, paso a paso, se fue aproximando más a su entorno, logrando ingresar en varias oportunidades a su casa y conversar con sus padres, hasta el punto de justificar con la frase "El arte no es un oficio, es una forma de vida”, el pase de entrada para "algunos minutos de lectura de poesía en mi cuarto antes de irme a dormir".

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"Aún hoy le rehúyo a la poesía. Se me hace totalmente aversivo. En esos momentos aprovechaba para posarse sobre mí. Podía sentir sus erecciones. Se frotaba contra mi muslo o mi entrepierna hasta eyacular. Yo sentía muchísima culpa, era desagradable, era asimétrico. Un escenario dispuesto únicamente para su propio placer".

Narra que una noche, a los 14 años de edad, en el hotel Eurobuilding de Caracas, en el marco de un evento para tocar en la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, el profesor reservó tres habitaciones, una para él, una para la madre de Lisa y otra aparte solo para ella "porque no podía tener distracciones para poder estar concentrada para la presentación del día siguiente".

"Esa noche, mientras yo estaba dormida, entró a mi habitación. No sé de qué manera había conseguido que le dieran una llave extra. Me desperté y él estaba encima de mí con una erección frotándose contra mi cuerpo hasta eyacular. Luego se fue".

En la parte final de su relato, Lisa cuenta que ya a los 17 años, decidió abandonar Barquisimeto, su ciudad natal, para estudiar psicología en Caracas, pero eso no impidió que continuara siendo hostigada y perseguida por el profesor, con la diferencia de que logró crear un buen ambiente de amistad con compañeras, que le permitieron refugiarse ante las amenazas que sorteaba.

"Me recuerdo montada en la baranda de un décimo piso asegurándole que me iba a lanzar si no me dejaba de perseguir. Finalmente lo logré, aunque parece que después de todo había tenido que pagar el precio de renunciar al oboe".

Finalmente cuenta que pudo retomar su pasión, ingresando "a la Orquesta Juvenil de Chacao, en un ambiente con personas que no conocía y eso hacía más fácil lidiar con el peso del estigma que cargaba por todo lo que había pasado con este profesor".

La pianista Gabriela Montero celebró la publicación en el diario estadounidense pidiendo justicia para las víctimas.

"En Venezuela todo es una burbuja de miedo y todo queda impune. Durante décadas, las victimas de El Sistema vivieron esa burbuja de miedo. Cambiemos esa tendencia. En estos días he hablado con las víctimas de El Sistema. Insisten en que hay muchos más. El problema es peor de lo que me imaginaba ", dijo.

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