Yilber Díaz, el venezolano que pasó de vender helados en Perú a debutar en Grandes Ligas

Caracas/Foto: Líder en Deportes.- El venezolano Yilber Díaz es el protagonista de una inspiradora historia, luego que el pasado lunes debutara con los Cascabeles de Arizona como abridor, sobresaliendo al trabajar por seis episodios y permitir solo una carrera.

Lea también: Yulimar Rojas rompió el silencio sobre el bullying que sufrió de adolescente: "Los sobrenombres me mataban"

Pero lo que hace aún más especial es el contexto, pues el criollo pasó de vender helados en las calles de Perú a estrenarse en el mejor béisbol del mundo. A pesar de que se fue sin decisión por la caída de su equipo 5-4 en entradas extras ante los Bravos de Atlanta, Díaz brilló en su salida, reseñó MLB.com.

De acuerdo a Las Mayores, Yilber Díaz es tenido como el 16to mejor prospecto de la organización.

No obstante, el recorrido del oriundo de Guatire, estado Miranda, no fue para nada fácil. El serpentinero decidió colgar los ganchos cuando no pudo firmar con ningún equipo a los 16 años. Un par de años después, le dio una nueva oportunidad al béisbol.

A los sus 18 años de edad emigró a Perú. Allí se ganaba la vida vendiendo helados. Sin embargo, fue allí cuando optó por retomar tal disciplina. Con la intención de cumplir su sueño, se enlistó y viajó a República Dominicana buscando una nueva oportunidad.

Desafortunadamente, Yilber falló en su segundo intento en pactar con algún club de la MLB. Fue en ese preciso momento que llegó la pandemia del Covid-19, cerrando aeropuertos, por lo que se tuvo que quedar en la isla. Pero eso fue lo mejor que le pudo pasar, dado que se enfocó en ganar peso y comer mejor.

Ya en 2021 la suerte le sonrió cuando el 5 de febrero, Arizona lo firmó y a partir de allí comenzó su ascenso en los actuales subcampeones.

Yilber Díaz acordó a sus 20 años por 10.000 dólares. Empezó la temporada en Doble A para ascender a Triple A, donde hizo cuatro aperturas. Finalmente, tres años después, se ganó el ascenso debutando así el pasado 8 de julio ponchando a 13 contrarios sin permitir un solo incogible.

"Dejé de jugar béisbol por un tiempo. Y cuando lo retomé, tenía un solo objetivo. No me iba a detener hasta lograrlo. Trabajé muy duro, con la esperanza de que iba a suceder", destacó el venezolano.